Elecciones argentinas, ¿una ventana de oportunidad histórica?

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Mauricio Macri, Flickr, Creative Commons

A los mercados les gustan los líderes pro bussiness. A los mercados les gustan las promesas de reformas estructurales. A los mercados les encantan las historias de recuperación, y un buen ejemplo ha sido la llegada el año pasado de Narendra Modi al poder en India, un país que había vivido una parálisis económica durante años y que ha estado inmerso en un hiperactivo proceso de reformas desde mayo de 2014. ¿Puede ser esta, también, la historia de Argentina? La victoria de Mauricio Macri pone fin a doce años de kirchnerismo que han dejado al país en malas condiciones económicas: contracción del PIB, hiperinflación, divisa sobrevalorada y todavía con negociaciones pendientes con sus acreedores. Las gestoras analizan las implicaciones para los inversores de la ajustada victoria del ex alcalde de Buenos Aires. 

Las primeras sensaciones tras conocerse el resultado de las generales son positivas. “Si alguna vez ha habido algún país entre los mercados emergentes o de frontera con mayores facilidades para lograr un aumento significativo en la producción económica per cápita, ese es sin duda Argentina. Sin embargo, todas las oportunidades necesitan un catalizador, y el resultado de las elecciones presidenciales de este mes podría servir como tal”, comentan Denise Prime y Tim Love, expertos de GAM en inversiones en mercados emergentes. 

Ambos expertos creen que, aunque aún no se conocen con detalle la agenda de reformas económicas del presidente electo, existen altas probabilidades de que sea nombrado nuevo ministro de economía Alfonso Prat-Gay, ex gobernador del Banco de Argentina. Asimismo, vaticinan “una mayor independencia de las instituciones, desde el banco central hasta el poder judicial; una depreciación más rápida y acusada del peso argentino (la cotización del «peso azul», no oficial, ya es un 50% más débil que la del tipo oficial) y una derogación de los impuestos a la exportación sobre los cultivos de soja”. También inciden sobre la necesidad de “resolver con rapidez el conflicto con los inversores en bonos que se resisten a vender, una historia legal injuriosa que ha sido un lastre durante más de una década”. Prime y Love insisten en la urgencia de la situación: “Para un país que pierde reservas extranjeras, la solución nunca llegará lo suficientemente rápido”.

Para poder beneficiarse de esta victoria, los expertos de GAM han comprado recibos de depósito americanos (ADR) en Pampa Energía, la mayor empresa del sector de la electricidad de Argentina y una pequeña exposición a un bono supranacional a un año que ha rendido más de un 80%, “lo que consideramos compensación suficiente por los riesgos de devaluación”. “Los bonos en moneda fuerte ya han subido de forma significativa, de forma que esperamos una resolución con los inversores que se resisten a vender y abundantes nuevas emisiones para conseguir mejor valor”, concluyen.

El dúo de expertos advierte de que, a corto plazo, “es probable que una devaluación sustancial venga de la mano de fuertes alzas en las tasas de interés, necesarias para contener las expectativas de inflación”. No obstante, son optimistas: “Los beneficios a largo plazo compensan de sobra los daños a corto plazo. Si el nuevo presidente consigue hacer las cosas bien esta vez, casi todos saldremos beneficiados. Para un país que está tan obsesionado con el fútbol, esperamos sinceramente que Argentina evite meterse un gol en propia puerta y apoye el cambio”, concluyen.

El analista de renta fija Alejandro Hardziej, de Julius Baer, afirma que “las elecciones mandan un fuerte mensaje de que la mayoría de los argentinos buscan un cambio”. “Macri reconoce la necesidad de impulsar la competitividad del sector corporativo y las exportaciones, y ha prometido reformas propicias para hacer negocios e impulsar las inversiones”. Hardziej destaca entre las medidas que planea impulsar Macri que sí han trascendido la retirada de los controles de capital y la instauración de un tipo de cambio único, “lo que significa que probablemente deprecie oficialmente la divisa (entre un 20% y un 50%) hacia un nivel más coherente con el tipo de cambio no oficial, un tipo al que muchos argentinos ya pueden acceder fácilmente a los dólares”. 

El analista advierte que muchos de estos ajustes tendrán un alto coste para el nuevo gobierno, al tratarse de medidas impopulares y además difíciles de implementar “porque el banco central tiene reservas internacionales muy limitadas, el gobierno tienen un gran déficit y las estimaciones apuntan hacia una inflación anual por encima del 25%”. 
 
Argentina seguirá pagando

Alcanzar un acuerdo con los acreedores es un punto fundamental bajo el punto de vista de todas las gestoras que se han pronunciado sobre la situación en el país. Desde East Capital, el asesor sénior Tim Umberger afirma: “El país necesita dólares. Para conseguirlos, necesitan llegar a un acuerdo con sus acreedores hold outs. Es importante para vigilar, las noticias desde este frente serán un gran impulso para el mercado”.  

Recientemente Cathy Hepworth, gestora para Nordea del Nordea 1- Emerging Market Blend Bond, que tiene deuda argentina entre sus principales posiciones, declaraba lo siguiente:  “Percibo un cambio significativo de régimen tras las elecciones en Argentina. Argentina y Venezuela siguen mostrándose muy dispuestas a satisfacer sus compromisos. No tengo ninguna duda de que Cristina Fernández pagará, y que también lo hará su sucesor, pues el país necesita tener acceso a los mercados. Espero más acuerdos con el FMI y el entorno será más constructivo”.