Elecciones 2012: El problema no es Francia, sino Grecia

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Freddie Boy (Creative Commons)

Si hasta ahora tanto analistas como gestores se mostraban convencidos de que las elecciones generales francesas y griegas se habían convertido en un serio foco de incertidumbre de cara a la confianza del inversor respecto al futuro de Europa, lo cierto es que los resultados de los comicios celebrados ayer parecen haber arrojado aún más dudas sobre la manera –cada vez más incierta- en la que el continente tratará de salir de la crisis. ¿Apostar por fomentar el crecimiento o centrarse en planes de austeridad? ¿O quizás ambas cosas a la vez?

Por lo pronto, tras su triunfo electoral, el nuevo presidente electo francés ha asegurado que su victoria “debe suponer un nuevo punto de partida para la eurozona, donde parece haberse impuesto por fin la idea de que la austeridad no es el único medio para combatir la crisis”. Toda una declaración de intenciones que podría ser el preludio de un cambio de rumbo en la forma en la que Europa pretende afrontar la crisis de deuda y déficit. ¿Cambio de planes respecto al plan diseñado por Merkozy?

En Atenas, la incertidumbre es todavía mayor. Los grandes partidos mayoritarios –los únicos que apoyaban los recortes- han perdido la confianza de los ciudadanos, como demuestra el hecho de que el 68% de los griegos haya votado a formaciones contrarias a las medidas de ajuste. En consecuencia, la difícil gobernabilidad del país hace que la permanencia de Grecia en el euro quede en entredicho y se haya disipado la escasísima confianza que los inversores podían todavía mantener en su economía: la prima de riesgo helena está cada día más cerca de los 2.000 puntos básicos.

Pero, ¿Francia o Grecia? ¿Qué es lo que más ha descolocado a los mercados? Según Natalia Aguirre, directora de Análisis y Estrategia de Renta 4, el tema que más preocupa ahora mismo es la incertidumbre creada a partir de los resultados de las elecciones helenas, donde los votantes han impedido un pacto de gobierno entre socialistas y conservadores, cuyos votos no alcanzarían la mayoría absoluta. “El país volverá a ser objeto de incertidumbre: de no conformarse un Ejecutivo comprometido con los planes de estabilidad presupuestaria volveríamos a una situación de incertidumbre en la que se hablaría nuevamente de ‘default’ y una posible salida del país del euro”, asegura Aguirre.

Menos preocupantes son, según Natalia Aguirre, los resultados de los comicios galos, donde la incógnita es saber si Françoise Hollande va a tratar de impulsar el crecimiento sin dejar de lado la disciplina fiscal. “Aunque estoy segura de que el nuevo presidente francés no se desentenderá del compromiso de estabilidad de las cuentas públicas, tanto Hollande como Merkel deberán llegar a un cierto compromiso entre lo que suponen políticas de austeridad y de crecimiento, acuerdo que, de producirse, favorecerá a países como España”. Y es que, en su opinión, “a medio plazo sin crecimiento no hay equilibrio presupuestario”.

En una línea muy similar se pronuncia José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citigroup en España, quien considera que al final, de lo que se trata en este caso es de negociar la flexibilidad de la eurozona para llevar a cabo unas medidas de ajuste que, a su juicio, “no se van a sustituir, ya que nadie las ha puesto en entredicho, pero sí renegociar en su aplicación”. Más inquietante es el caso de Grecia, donde Campuzano cree que “ahora está por ver si se logra formar un Gobierno sólido que se comprometa con las medidas de ajuste”. ¿Sería esto posible?

Para Ahorro Corporación, “estos resultados, sin un ganador contundente, dificultarán la formación de un nuevo Gobierno y generarán incertidumbre sobre el cumplimiento de las reformas pactadas con la Unión Europea y el FMI, necesarias para que Grecia reciba los desembolsos correspondientes al segundo programa de rescate”. Por lo pronto, si en un plazo de un mes ninguna de las fuerzas políticas consigue sentar las bases para fundar un nuevo Gobierno, habría nuevamente elecciones.

A Ignacio Cantos, director de Inversiones de Atlas Capital, le preocupa especialmente la incertidumbre que el país pueda volver a generar, si bien en el caso de Francia el resultado “estaba ya bastante descontado por los mercados”. Lo mismo piensa Julián Coca, de Inversis, quien además afirma que con la victoria de Hollande “el pulso entre los que apuestan únicamente por la austeridad y los que también abogan por el crecimiento se equilibra”. No obstante, “ahora hay que esperar a las reuniones entre Merkel y Hollande para ver a qué clase de acuerdo llegan”.

Lo que está claro es que “la política será la protagonista durante las próximas semanas”, afirman desde el departamento de análisis de Bankinter. “Creemos que todo esto dará como resultado una semana complicada y bajista para las bolsas, sobre todo por el riesgo que supone la hipotética salida del euro por parte de Grecia a la vista de los resultados electorales. Lo único bueno que tiene todo esto es que se distraerá la atención de España, trasladándola hacia Grecia y, sobre todo, hacia el corazón de la eurozona, que es Francia, donde probablemente se encuentren los verdaderos problemas europeos a partir de ahora”.

Desde la entidad insisten en que “Grecia impagará toda su deuda antes o después y que su salida del euro es menos improbable que hace un año, pero con la diferencia de que en la situación actual la divisa única sobreviviría a ello, algo que no hubiera sucedido hace un año, por ejemplo”. A juicio de los analistas de la entidad, “lo más probable es que la eurozona se transforme poco a poco en base a las reformas estructurales ya en marcha y que el proceso exija varios años”.

Tras un comienzo en negativo, en el que los principales índices bursátiles europeos llegaron a caer más de un 2%, el mercado se ha dado la vuelta y, en el caso español, ya registra una subida de medio punto porcentual. El Dax es, a media sesión, el que registra un peor comportamiento, al ceder algo más del 0,6%, mientras que el Cac 40, principal índice de referencia de la bolsa francesa, se mantiene prácticamente estable. La peor parte se la han llevado los mercados asiáticos, donde el Nikkei cerró con un castigo del 2,7%.