El socialismo europeo, se hunde

La situación económica mundial no parece avanza, ni en tiempo ni en forma, como sería deseable. Parece se avecina tormenta de “segunda ronda”, pero esta vez lloverá sobre mojado. Así, el BCE, cambiando su optimista discurso de los últimos meses, se ha animado a avisar de que “los desequilibrios económicos globales podrían empeorar”. Según Axel Weber, Consejero del BCE y Presidente del Bundesbank, “los desequilibrios económicos globales podrían empeorar salvo que el G-20 tome un papel activo para frenarlos”. Parece que el BCE empieza a cogerle el aire a esto de la velocidad de la economía global. Tal vez por ello, y con las nuevas prisas, el BCE sigue sin explicar si el empeoramiento de los desequilibrios globales que mencionan (lease crisis de las commodities-alimentaria mundial) tiene o no algo que ver con las políticas monetarias llevadas a cabo recientemente por su Institución y otros Bancos Centrales del G20.

Pero tal vez lo más llamativo, tras un G20 y BCE que no andan finos, son las recientes declaraciones del Partido Socialista Europeo (PSE). Así Poul Nyrup Rasmussen, Presidente del Partido Socialista Europeo y Ex Primer Ministro de Dinamarca, ha presentado una Propuesta alternativa al reciente Pacto de Competitividad Merkel-Sarkozy, con el objetivo de reforzar la Eurozona y la reactivación económica. La nueva Propuesta del PSE esta basada, según parece, en un programa de solidaridad con los países UE con mayores dificultades, en donde la gran novedad es la rápida creación de un impuesto del 0,05% a las transacciones financieras europeas para que los mercados "responsables de la crisis" empiecen a "reembolsar" el daño producido. Junto a ello, los socialistas europeos proponen la creación de una agencia de estabilidad europea que emitiría obligaciones, alargar la vida del préstamo por 110.000 millones contraído por Grecia en mayo, y una disminución de las tasas de interés impuestas a Grecia y a Irlanda por sus acreedores (la UE y el FMI).

De la elaborada Propuesta del PSE, dos aspectos llaman la atención. El primero es observar que los socialistas europeos vuelven una vez más a la archiconocida Tasa Tobin, ya demodé a nivel mundial, pero esta vez sin mencionar ni tan siquiera a su autor, el Premio Nobel James Tobin.

El segundo aspecto que llama la atención es la excelsa justificación que el PSE ha dado para introducir la Tasa Tobin Europea. Esta tasa vendría a ser algo así como el justo castigo a unos malvados “mercados” responsables directos de la presente crisis financiera mundial. Dado que la Tasa Tobin solo sería efectiva entre países de la Unión Europea, es fácil inferir que para el PSE es honesto y justo que las instituciones privadas y, en definitiva, los ciudadanos europeos (a los cuales se les trasladará al final la Tasa Tobin) sean los que "reembolsen" los daños causados por la crisis.

En fin, que justificación tan burda al calor del vetusto discurso de “los mercados” como amasijo informe y maligno. Los mercados, a los que responsabiliza Nyrup Rasmussen de la crisis, son, ni más ni menos, que el conjunto de leyes y normas democráticamente aprobadas en materia financiera y monetaria, las instituciones publicas y privadas que de manera ajustada a derecho y de forma transparente operan y gestionan activos, y el dinero de millones de personas (pensionistas incluidos) que trabajando honradamente, ahorran lo que pueden, invirtiendo dicho excedente monetario en activos que presumiblemente mantendrán en el tiempo el valor presente de su dinero. En fin, sencillo. El falaz diagnóstico del PSE, es seguro profundizará en su ya hondo descrédito económico ante millones de ciudadanos europeos. El socialismo europeo va a la deriva. El socialismo europeo, trasnochado y sin ideas, se hunde.