“El sector tecnológico ya tuvo su fiesta en 2002 y ahora no sufrirá la crisis como otros”

“El sector tecnológico ya tuvo su fiesta en 2002 y desde entonces hemos vivido en una continua resaca, por eso ahora a este sector no le tocará restringirse como sucederá con el resto de sectores”, asegura Stuart O´Gorman, gestor del Henderson Horizon Global Technology Fund. Según explica el gestor, en los últimos años los presupuestos de las empresas dedicados a tecnología ya se han visto muy reducidos con lo que el impacto de la crisis actual no será tan fuerte. Además, las acciones de las empresas tecnológicas están muy baratas y es un sector sin deuda. Todos estos motivos hacen de este sector, en opinión de O´Gorman, una opción muy interesante para incluir en cartera.

“A largo plazo la tecnología ha sido una muy buena inversión (desde enero de 1988 el Merrill Lynch Technology 100 Index se ha revalorizado un 888%) pero es un sector que todo el mundo odia”, explica. “El motivo es que la mayoría de los inversores entraron en él justo cuando estaba en máximos, en plena burbuja tecnológica de 2000, y por tanto las pérdidas desde ese pico han sido elevadas”. Es decir, contrariamente a lo que opina la mayoría, O´Gorman considera que es una inversión a largo plazo y no algo cíclico.

El de O´Gorman es uno de los fondos más grandes de su categoría y el gestor cree que el tamaño sí importa en los momentos actuales de mercado. “La mayoría de los fondos son pequeños y no sobrevivirán los próximos tres años ya que, según se van reduciendo los activos, se va haciendo más ineficiente el producto”, apunta. El suyo tiene un patrimonio de 184 millones de dólares.

Lo gestiona junto a Ian Warmerdam y los dos gestores tienen muy delimitada su labor y, por tanto, sus responsabilidades. O´Gorman se centra en la parte de tecnología y Warmerdam en compañías relacionadas con Internet. “Cada uno es absolutamente responsable de sus compañías y sabemos perfectamente qué parte de la rentabilidad del fondo le corresponde a uno y cuál a otro”, explica.

Tienen una gestión absolutamente bottom up y analizan en profundidad unas 50 compañías. Se centran en la cuenta de resultados y en los gestores de cada empresa para hacer su selección. “En este entorno de mercado es necesario saber si se están dando cuenta de la situación y qué medidas están tomando para afrontar la crisis”, dice O´Gorman. Los gestores se centran en las barreras de entrada que cada compañía tiene, es decir, cuan difícil es que les surjan competidores y hasta qué punto llega su fortaleza en esa área de negocio.

En su estrategia no utilizan derivados y tan sólo han comprado de manera oportunista bonos convertibles. “Cuando vemos las cosas mal podemos estar hasta un 20% en liquidez y preferimos hacer eso que jugar a la baja en acciones”, explica O´Gorman.

El fondo ha batido sistemáticamente a su índice de referencia (MSCI All Countries World Information Technology Index) sacándole un 23% a diez años, un 7,5% a tres años y un 4,88% a un año.

Dentro de su cartera actual Estados Unidos tiene un gran peso (74,1%) y por subsectores son el software y el de ordenadores y periféricos los que más peso tienen con un 27,9% y un 22,2% de la cartera.