El riesgo de la longevidad en las pensiones en Latinoamérica

Vivimos más de lo que suponíamos, esto nos hace preguntarnos: ¿cuanto tiempo estará recibiendo una persona jubilada su pensión?

Según Fuentes, la longevidad supone un riesgo para todos los esquemas de retiro en sus tres formas de jubilación: 

-retiro programado: se agotan los fondos y el riesgo descansa en el afiliado

-renta vitalicia: si el pensionista vive más de lo calculado, el riesgo corre a cuenta de la compañía de seguros

-esquema mixto: riesgo compartido entre el pensionista y la compañía de seguros

Durante la etapa de acumulación, también supone una problemática, ya que el correcto cálculo de las cotizaciones dependerá de los estimados de tablas de mortalidad, muy conservadoras en algunos países. En el caso de Latinoamérica, el problema es más importante ya que existen grandes dificultades para su medición ya que por un lado, “la información estadística en materia de mortalidad es insuficiente, la formación técnica de algunos países es inadecuada y existe una falta de sensibilidad de las autoridades sobre los riesgos asociados”, apunta Fuentes.

En general, en Latinoamérica hay importantes carencias en la actualización de las tablas de mortalidad. No hay consenso en los modelos predictivos, existen distintas estimaciones de tablas de mortalidad, lo que crea incertidumbre y por tanto supone un riesgo para la región.

Fuentes enumeró estos riesgos tomando como ejemplo Chile, y es que una desviación del 1% en las tablas de mortalidad utilizadas para el cálculo de rentas vitalicias se traduciría en pérdidas para la industria que podrían alcanzar los 60 millones de dólares en 2007.

En el caso de no realizar aportaciones suplementarias, las generaciones futuras podrían ver disminuida su jubilación en casi un 50% debido al aumento de la esperanza de vida. Deberían incrementar su aportación hasta un 18% del salario en el caso de los hombres, y un 14% las mujeres para mantener la tasa de sustitución actual.

Por tanto, Fuentes concluye con una propuesta para la industria: la creación de la Comisión de Estudios Actuariales (CEA-FIAP). Inspirado en el The Continuous Mortality Investigation Bureau, existente en el Reino Unido, contaría con especialistas provenientes de asociados a la FIAP. Sería un organismo independiente y con recursos propios, que recabe y muestre la información necesaria para dotar a la industria de tablas de mortalidad de calidad y que sirvan de referencia para los reguladores.

“Existen incógnitas sobre la evolución de la esperanza de vida en Latam que podrían suponer un importante riesgo para la industria de pensiones y sus afiliados y actualmente no se dispone la información suficiente para confeccionar tablas de mortalidad de calidad en la mayoría de países de la región. Se trata de un problema de la sociedad cuya solución debe partir de las autoridades reguladoras y la industria en su conjunto”, concluye Fuentes.