El resurgir de Japón se apoyará en el crecimiento asiático

Las cosas están cambiando en Japón. Tras la victoria electoral del DPJ, que no sólo ha sido el primero en desbancar al LDP, el partido en el poder desde hace más de 50 años, sino que además lo ha conseguido por mayoría absoluta, el país asiático afronta una nueva época de cambios que, según varios analistas, podría suponer un punto de inflexión para la maltrecha economía japonesa. “Aunque ya estaba anticipado, lo que ha sucedido ha sido un evento histórico. Los japoneses han decidido no sólo deshacerse del LDP, sino también del sistema imperante”, explica Hideto Yamamoto, director de inversiones de DIAM International. La entidad japonesa es la gestora del fondo Japan New Growth, comercializado por Callander.

Según este experto, el nuevo gobierno no sólo podrá marcar la diferencia en términos de política nacional, acabando con una burocracia arraigada desde hace décadas y fomentando políticas sociales que podrían incentivar la natalidad (uno de los principales problemas del país es el envejecimiento de la población). Además, tiene previsto revolucionar la política exterior. “El primer ministro Hatoyama se está enfocando en las relaciones con Asia, incluyendo a China y Corea. Una estrategia radicalmente distinta a la del anterior Gobierno”, explica Yamamoto.

El giro en la política exterior podría suponer una importante vía de crecimiento para las empresas japonesas, que podrían participar cada vez más del crecimiento de Asia, un mercado con mucho más potencial que los occidentales. “La inversión en Asia ex Japón tiene un perfil de riesgo/beneficio elevado, mientras que la inversión en Japón podría neutralizar esto y aún así permitiría participar de la historia de crecimiento asiática”, dice el experto.

Desde DIAM sostienen que el mercado de renta variable japonesa ofrece unas valoraciones atractivas y además anticipan que volverá a la senda del crecimiento, con el Topix moviéndose en un rango de 850-1200 puntos. “Creemos que el exceso de liquidez soportará las clases de activos de mayor riesgo y Japón supone una opción atractiva desde un punto de vista macro, micro y de valoraciones. Además, la implementación de las nuevas políticas del nuevo gobierno puede producir sorpresas positivas”, afirma Yamamoto.

Tecnología nipona

En DIAM creen la clave para aprovechar al máximo el resurgir de la economía japonesa será invertir en nuevas tecnologías. La situación actual en Japón podría asemejarse a la que se produjo a principio de los 80. Y si entonces el país salió de la crisis incentivando la innovación tecnológica, ahora podría suceder algo similar. Actualmente se están demandando varias líneas de producto, especialmente en el campo de las renovables, en las que la tecnología nipona se encuentra en vanguardia. Es el caso de los automóviles híbridos, los paneles solares o los nuevos materiales para la industria electrónica, como las pantallas orgánicas.

En la otra cara de la moneda, la inversión en Japón presenta varios riesgos, aunque según Yamamoto la revalorización del yen no es el más importante. “En la últimas dos décadas la correlación entre la relación yen/dólar y el Topix ha sido marginal”, afirma. Sin embargo, existen otras posibles amenazas para la economía nipona, como una recesión global en forma de W, una ralentización en China o la bajada de valor de los bonos del Tesoro de EEUU, combinada con una devaluación estratégica del dólar.