El repunte de los treasuries amenaza al real estate estadounidense

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orangebrompton, Flickr, Creative Commons

Las ventas de bonos del Tesoro de Estados Unidos ante el riesgo de una subida de tipos inminente – el consenso cada vez es mayor sobre que la Reserva Federal comenzará la retirada del QE3 en septiembre- también están afectando indirectamente a la recuperación del sector inmobiliario americano. La razón es que los tipos hipotecarios están referenciados al tipo de la deuda, explica Russ Koesterich, director global de estrategias de inversión para BlackRock y iShares, por lo que en los últimos meses se ha encarecido de media unos 200 dólares el pago de las cuotas hipotecarias; “el coste de una hipoteca convencional a 30 años ahora está en el 4,7%, por encima del 3,6% registrado a principios de mayo”

El experto cita una encuesta de la Asociación de Hipotecas Bancarias que demuestra que la actividad del sector ha caído más del 50% desde el máximo de mayo; adicionalmente, el dato de  ventas de vivienda nueva publicado la semana pasada reflejó una caída del 13,4% en julio, la mayor de los últimos tres años.

“El mercado de bonos rápidamente se enteró de la caída de ventas de vivienda nueva. Los precios de bonos subieron y las rentabilidades cayeron siguiendo las noticias, un reconocimiento táctico de cuán crítico es el mercado inmobiliario para la plena recuperación”, interpreta Koesterich. “De hecho, si la subida abrupta de los tipos de interés causa que el mercado de la vivienda se dé la vuelta, es probable que la economía se vaya con él”, asevera el experto.

El estratega de BlackRock y iShares explica que el real estate no es bueno para Estados Unidos sólo porque genera nuevos puestos de trabajo e incrementa la inversión a través de la construcción, sino porque contribuye a crear un efecto de riqueza entre la población – cuanto más suben los precios, más gente está dispuesta a pedir financiación para comprar una casa-, incentivando la mejora de la confianza del consumidor. “Y como la economía de Estados Unidos está conducida en un 70% por el consumo, esa confianza es crucial”.

Aunque Koesterich considera que, gracias a la visibilidad que ha dado la Fed, la subida de tipos ya está en precio, también estima que, si prosigue la escalada de rentabilidad en el papel estadounidense, “añadiría presión sobre la Fed para que mantenga o incluso incremente las medidas acomodaticias”.

Por otra parte, el experto reconoce el riesgo de que la subida de tipos se produzca antes de lo esperado, y advierte de que “los inversores minoristas se están sintiendo cada vez más frustrados con los bonos”. Para él, una prueba de este sentimiento es que la pasada fue la cuarta semana seguida de reembolsos en el mercado de la renta fija, en la que se vendieron 7.000 millones de dólares que estaban depositados en bonos. “Si los inversores se vuelven todavía más agresivos al vender sus fondos de renta fija, los tipos de largo plazo podrían quebrantar el 3% por un periodo prolongado de tiempo, dañando el mercado de la vivienda y la recuperación económica”, asevera.