El reloj de la inversión de Fidelity apunta hacia los activos de riesgo

La renta variable mundial subió un 17% en 2012, mientras que la deuda pública rindió apenas un 1%. A juicio de Trevor Greetham, director de asignación de activos de Fidelity Worldwide Investment, “2013 podría ser otro buen año y, en este sentido, el modelo del Reloj de la Inversión, que guía nuestras decisiones de asignación de activos se está moviendo hacia la fase de ‘recuperación’, que es desinflacionista”. Según explica, a medida que mejoran las perspectivas de los activos de riesgo, se van ensombreciendo para las inversiones refugio como los bonos, el oro y el franco suizo. En su último informe del Reloj de la Inversión recogido por Funds People, Greetham reconoce que, en las carteras de multiactivos, están sobreponderados en acciones e inmuebles y, en menor medida, en materias primas.

En esta fase del ciclo económico el crecimiento se acelera, manteniéndose la relajación monetaria, y esa es la combinación de factores más alcista para la renta variable. “Esperamos que los precios de las materias primas suban conforme se vaya afianzando una recuperación sincronizada. Los bancos centrales están señalando que esta vez no se darán frenazos monetarios, aunque volvamos a entrar en una fase de recalentamiento. El ánimo de los inversores parece ser demasiado alcista y las duras negociaciones políticas en torno al ajuste presupuestario en Estados Unidos podrían seguir creando volatilidad en los próximos meses”, indica.

Sin embargo, Greetham considera que, dado que la política monetaria va a seguir siendo expansiva, la fase alcista actual podría extenderse durante gran parte de 2013. “De momento, la hoja de ruta de la inflación sigue apuntando a la baja. El amplio excedente de capacidad, la debilidad de los precios de las materias primas y las revisiones a la baja de los índices de precios al consumo por parte de los economistas son factores que pintan unas perspectivas moderadas en los precios”. En lo que respecta al crecimiento, la hoja de ruta del crecimiento entró en positivo en diciembre por primera vez desde junio después de que los indicadores adelantados de la OCDE rebotaran.