El regulador británico propone extender la obligación de desvelar las posiciones cortas

A partir del próximo 16 de enero el supervisor británico de servicios financieros (FSA por sus siglas en inglés) levantará las restricciones impuestas en septiembre a las posiciones bajistas, según publica hoy Expansión. Sin embargo, la FSA ha propuesto extender la obligación de comunicar las posiciones cortas hasta el próximo 30 de junio. La consulta está abierta hasta el próximo 9 de enero. El supervisor británico prohibió en septiembre las ventas a corto de entidades financieras en un intento de frenar el desplome de las cotizaciones. En aquel momento, la FSA impuso también la obligación de desvelar todas aquellas posiciones cortas que excedieran el 0,25% del capital de una compañía.

Ahora propone eliminar la restricción y sólo obligar a la comunicación. Sin embargo, el supervisor informó de que se reservaría el derecho de volver a aplicar las restricciones sin previa consulta siempre y cuando lo considere necesario.

En el comunicado, el supervisor propone un nuevo cambio. Si hasta ahora exigía la comunicación de cualquier modificación de la posición bajista una vez superado el 0,25% del capital, la FSA plantea que los inversores sólo tengan que informar cuando la variación supera el 0,1%. Es decir, del 0,25% al 0,35%, el 0,45%, etcétera...

La propuesta de la FSA sorprendió a algunos analistas, ya que muchos políticos se habían pronunciado a favor de prolongarlas. El portavoz para asuntos económicos de la oposición liberal demócrata, Vince Cable, calificó la decisión de error y dijo que no es “difícil imaginarse una nueva situación de pánico” en los mercados. Para Jonathan Weetman, analista del Royal Bank of Scotland citado por Financial Times, es “una mala noticia desde el punto de vista de las acciones de los bancos (británicos) para quienes pensamos que ésas deben caer todavía más”.

Según la directora ejecutiva para mercados mayoristas de la FSA, Sally Dewar, actualmente hay una mayor estabilidad en las instituciones financieras que cuando se introdujo la prohibición. Sin embargo, argumenta Dewar, el mercado sigue siendo frágil, por lo que es importante que ese organismo pueda volver a prohibir tales prácticas si resultase necesario.