El referéndum catalán y la renta variable: los movimientos de los gestores españoles

España Cataluña bandera
Rodrigo Accurcio, Flickr, Creative Commons

El referéndum convocado en Cataluña para el próximo 1 de octubre sobre una teórica futura independencia como Estado en forma de república de esta comunidad autónoma parece exceder poco a poco los límites de lo político y de lo meramente económico. También los mercados financieros y sus miembros comienzan a hacer cábalas sobre el desenlace final del proceso y, por tanto, a reajustar el asset allocation de las carteras de forma temporal hasta ese momento.

El activo que más podría verse influenciado en uno u otro sentido por la situación catalana es la renta variable española. De forma táctica, son muchos los gestores de fondos que están reduciendo el peso de España en sus carteras en favor de Europa, al menos hasta que pase el 1-O. “Creemos difícil ver una ruptura de Cataluña tras el 1 de octubre, pero sí que el mercado corrija antes o inmediatamente después por miedo al referéndum y a las posibles reacciones de las dos partes”, señala Ignacio Dolz de Espejo, director de Inversiones de Alantra Wealth Management.

En una línea similar de pensamiento se mueve José Ramón Iturriaga, gestor en Abante de los fondos Okavango Delta, Spanish Opportunities y Kalahari. “Tras el 1-O, llegará el 2 y estaremos más cerca de unas elecciones autonómicas que supondrán un punto y seguido para un entuerto sin solución. Sin embargo, en la medida que un desenlace con consecuencias económicas es imposible -tiene las mismas probabilidades de que Grecia decidiera salirse del euro en su momento-, no tiene mayor impacto en el mercado como tampoco lo tuvo el simulacro de 9 de noviembre. Como decía aquel, se asemeja a una enfermedad crónica con fases más o menos agudas pero que también terminan pasando y con la que el mercado se ha acostumbrado a convivir”, opina.

Como recuerda Iturriaga, “en Europa, España empieza a ponerse como ejemplo”. En su opinión, la economía española tiene unos cimientos más sólidos y sanos y su crecimiento tiene más recorrido tras los ajustes y reformas de los últimos años. “La recuperación ha dejado de ser una discusión más o menos técnica sobre las ganancias de competitividad y su traslado al cuadro macroeconómico: ahora resulta mucho más evidente, puede verse en la calle. Y la propia recuperación llama a más recuperación gracias a las dinámicas de los animal spirits”, añade el gestor de Abante.

Pero, a pesar del fuerte convencimiento estructural sobre la economía española y sus empresas, un mal mes como puede ser el que va de septiembre a octubre debido a la incertidumbre catalana, unido a la corrección de agosto, puede hacer menguar notablemente las ganancias acumuladas durante la primera mitad del año. De ahí que muchos gestores sean precavidos.

Un ejemplo es Alantra, que está virando hacia la renta variable europea en detrimento de la española de forma táctica hasta que escampe la tormenta política. “No parece que existan argumentos para que, a cortísimo plazo, España lo haga mejor que Europa. Además”, justifica Dolz de Espejo, “al llevar el peso a Europa, tenemos poco coste de oportunidad”. Por eso, “no viendo razones para que el comportamiento del Ibex sea mejor que el del EuroStoxx durante este mes, reducimos posiciones con la intención de recomprar después”, afirma su director de Inversiones.