El ratio de Sortino, también para valorar a gestores tradicionales

En la industria de fondos, estamos acostumbrados a recibir miles de presentaciones con datos y ratios. De entre todos ellos, el famoso ratio de Sharpe es en el que la industria siempre se ha fijado para analizar la rentabilidad ajustada al riesgo del gestor en cuestión. Sin embargo, la tendencia actual se dirige a que se esté sustituyendo por el ratio de Sortino, tradicionalmente utilizado en la industria hegde.

Haciendo un breve repaso sobre las definiciones de ambos ratios, podríamos observar sus diferencias y el por qué de dicha tendencia.

Ratio Sharpe:

Ratio de Sharpe = Sh = ( Rp – Rf ) / Sp

Siendo:
Rp = Rentabilidad media de la cartera
Rf = Rentabilidad media de una cartera de activos libres de riesgo
Sp = Desviación estándar de la rentabilidad de la cartera.

El ratio de Sharpe mide “la recompensa”, en términos de rentabilidad, sobre el activo libre de riesgo, por unidad de riesgo, medido éste, mediante la desviación estándar de la rentabilidad. Por lo que, cuanto mayor sea este ratio, mejor.

No obstante, y a pesar de ser de los ratios más utilizados, tiene una limitación importante. Dicha limitación: Sólo considera un aspecto del riesgo (la desviación estándar de la rentabilidad), la cual solo resulta verdaderamente importante en aquellas carteras que tienen distribuciones de la rentabilidad aproximadamente simétricas.

Ratio Sortino:

Ratio de Sortino = ( Rp – Rf ) / d

Siendo:
Rp = Rentabilidad media de la cartera
Rf = Rentabilidad media de una cartera de activos libres de riesgo
d = Desviación estándar de los rendimientos negativos (downside risk)

Examinando la formulación del ratio de Sortino, vemos que es similar en apariencia a la del ratio de Sharpe. En su cálculo considera el exceso de rentabilidad esperada (Rp – Rf) sobre el activo sin riesgo; sin embargo, la medida de volatilidad utilizada para corregir el ratio por riesgo no tiene nada que ver con la tradicional desviación estándar (Sp), utilizándose en su lugar, una medida de dispersión de los rendimientos negativos (downside risk)

La interpretación del ratio se vería como el exceso de rendimiento por encima de un determinado objetivo por unidad de riesgo a la baja. Lógicamente, cuanto mayor sea el valor del ratio mejor será la estrategia en términos del riesgo asumido.

Este indicador fue desarrollado para diferenciar entre “la buena” y “la mala” volatilidad en el ratio de Sharpe. De esta forma, si en el período una inversión financiera tuvo un extraordinario comportamiento al alza, la mayor volatilidad o desvío Standard que mostrara por esta causa, no sería considerada en la parte del análisis de la rentabilidad que considera el riesgo, medido éste como la probabilidad de que se produzcan pérdidas. Los inversores, de acuerdo con Sortino, no están asustados por las oscilaciones de su inversión en sí misma, sino que se sienten presionados sólo en un entorno de resultados que no lleguen a lo que ellos consideran un mínimo aceptable (en muchos casos, el activo libre de riesgo).

Cabe mencionar que el ratio de Sharpe se ha “mejorado” mediante el ratio de Sharpe Ajustado, que elimina el defecto mencionado anteriormente mediante la inclusión de términos en la formulación como la skew y la kurtosis de la distribución de rentabilidades. Pero si quisiéramos seguir investigando sobre el tema de ratios utilizados en la industria de hedge, deberíamos empezar a hablar de ratios como el Ratio Omega o Israilensen, pero eso es otra historia…