"El rating cualitativo busca factores predictivos de lo que hará el fondo a futuro"

"La idea era contar con el mismo sistema de rating cualitativo en todo el mundo. Desde noviembre, tenemos un sistema único que ha tomado como base el modelo europeo que se lanzó a inicios de 2009. A este método se tuvo que adaptar el sistema estadounidense basado en listas de fondos recomendados y odiados". Así explica Javier Sáenz de Cenzano, director de análisis de fondos de Morningstar Spain, el lanzamiento del nuevo sistema de rating cualitativos lanzado por la firma el otoño pasado. Un sistema que, en ningún caso, sustituye a las estrellas de Morningstar, que “analizan como lo hizo el fondo en el pasado”, frente al “rating cualitativo que busca factores predictivos de lo que hará el fondo a futuro”.

El nuevo sistema, con el nombre Morningstar Analyst RatingTM, cuenta con una escala que incluye tres ratings positivos, uno neutral y otro negativo. Los tres positivos, representados con medallas Gold, Silver y Bronze, están reservados para los fondos en los que el equipo de analistas de Morningstar encuentra unas ventajas sostenibles “que les posicionen bien respecto a sus competidores con vistas a un resultado atractivo en un ciclo de mercado completo”, explica.
Sáenz de Cenzano destaca dos elementos de estos rating: la gestora del fondo no paga porque se realice la calificación y, por otro lado, la asimetría de la escala en la que se da más importancia a las notas positivas.

“La calificación anterior distribuía las notas en grupos iguales, con dos buenos, dos malos y uno central. Pero al inversor le da igual que sea malo o muy malo. Le importa más contar con tres notas positivas que si van cambiando le permite ver si existe una tendencia de mejora o empeoramiento en el fondo”, explica.
A la hora de realizar el análisis, Morningstar agrupa los productos en cuatro regiones del mundo: Canadá, EEUU, Europa/Asia y Australia. Si, por ejemplo, existe un fondo que está cubierto por el equipo de análisis de EEUU y tiene un producto gestionado de forma similar en Luxemburgo, el equipo de Europa/Asia toma el análisis de EEUU y lo adapta en función de factores como las diferentes comisiones o la implementación del proceso inversor a la normativa europea.
Por el momento no cuentan con análisis de fondos locales en Latinoamérica. Morningstar cuenta con oficinas en México y Chile y se encuentra preparando la apertura de una oficina en Brasil para “construir una base de datos potente de productos locales”, señala Sáenz de Cenzano.

Universo analizado
Dentro de cada categoría no existe un porcentaje fijo de productos sobre los que se realice el rating. Como primer criterio, se toma el tamaño del producto, centrándose en los productos con más patrimonio de la categoría. En segundo lugar tienen en cuenta las demandas de los usuarios, a través del análisis de las peticiones de información de sus clientes y del número de visitas que recibe el fondo en la web. Queda un tercer elemento, que es la decisión del analista, en caso de que considere un producto con el atractivo suficiente aunque no alcance el patrimonio ni el interés del público. “No ponemos límites por rentabilidad o por tamaño porque no queremos dejar fuera productos que pueden ser atractivos”, explica.

En la actualidad, hay cerca de 1.200 fondos de inversión en Europa con este rating cualitativo, de los que 500 están disponibles en España. De esta cifra, alrededor de un centenar son productos españoles, de los que siete se encuentran con la máxima calificación. “Somos un equipo global con profesionales locales. Para nosotros es importante escribir y entrevistar a los gestores en el idioma local”, explica. Se pueden encontrar los análisis en la página web de Morningstar.

El proceso de análisis de los fondos se basa en cinco pilares que, en su opinión, son factores predictivos de los resultados futuros del fondo: Personal, Proceso, Firma gestora, Performance y Precio. En el caso del Personal, se analiza la estructura del equipo y se tiene en cuenta, por ejemplo, cuando un gestor cambia de región o de activo. “Puede ser bueno para un estilo de gestión, pero no para todos”, explica. En la Firma gestora se diferencia, por ejemplo, las gestoras que lanzan fondos de moda de aquellas que cuidan los productos a largo plazo. También se analiza la forma en que retienen el talento y se observa si las políticas de remuneración dependen de la rentabilidad del producto y no del crecimiento del patrimonio. “Una gestora mala puede hacer que un gestor bueno no logre buenos resultados”, añade. En el Proceso se tiene en cuenta como se construye la cartera y se analizan variables como si ésta se encuentra muy ligada a índice.
Para el Precio toman el TER del fondo. “Como factor único, el precio es el elemento predictivo más potente”, explica. A largo plazo, los fondos con el TER más bajo están arriba. Por último, la Rentabilidad se usa para entender como lo ha hecho el fondo en cada escenario de mercado. Pero, reconoce que es el factor que tiene menos peso en la valoración final.