El panorama político en Europa

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Foto cedida

La situación política en Europa se está tornando cada vez más complicada a medida que aumentan las tensiones en un entorno de pesimismo sobre la espiral deflacionista. Los partidos en el poder están perdiendo el apoyo del electorado a una velocidad muy preocupante. Ya sea desde la extrema derecha (Reino Unido, Alemania, Francia) o desde la extrema izquierda (España, Grecia), existe cada vez más desilusión sobre la capacidad de los partidos políticos consolidados para resolver el problema. La paciencia de los votantes se está agotando y, salvo que vean algunas ventajas tangibles, es probable que partidos aún más radicales sugieran soluciones alternativas. En el caso del Reino Unido, esto podría derivar, llegado el momento, incluso en su salida de la Unión Europea.

Grecia supone un claro riesgo y es poco probable que las elecciones del 25 de enero sean concluyentes. Las encuestas apuntan a una victoria por la mínima de Syriza, por lo que la coalición será la única alternativa para formar gobierno. Esto reduce la probabilidad de que este partido pueda adoptar una postura extrema respecto de la cancelación de la deuda y el fin de la austeridad, y explica la actual ausencia de contagio entre los bonos griegos y el resto de estados de la periferia europea. Syriza ha manifestado ser partidaria de que Grecia permanezca en el euro, así como de negociar una reestructuración de la deuda.

Esta necesidad de reducir la carga de la deuda con vistas a permitir que el crecimiento se consolide es la clave del dilema reinante en la zona del euro. Podría ser que determinados acontecimientos registrados fuera de la zona impulsen el crecimiento mundial lo suficiente como para que la deuda siga contando con respaldo, especialmente si el BCE logra mantener los tipos de interés en niveles ultrarreducidos en la periferia europea. Si la autoridad monetaria europea no lo consigue, estamos a tan sólo unos meses de asistir a una nueva crisis en la eurozona. Ha llegado el momento de que el señor Draghi demuestre que no sólo hará “todo lo que sea necesario” sino también, que esto será suficiente para compensar el alza del riesgo político.