“El momento es propicio para entrar en compañías value”

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Joel Filipe (Unsplash)

Hay gestores convencidos de que, en tiempos inciertos como el actual, la visión value, abanderada por Warren Buffet, es la más acertada y de que se pueden obtener mejores retornos con una selección de compañías que en la actualidad puedan aportan valor a las carteras. Uno de ellos es Srejic Dejan, especialista de producto Contemporary Value & Quality de Vontobel AM, con 7.900 millones de dólares en activos bajo gestión. En 2008 perdieron menos que el mercado y, aunque en 2009 no captaron todo el potencial de la recuperación, piensan que este año ofrece oportunidades para la estrategia value. “2009 no fue justo y todas las acciones subieron de forma indiscriminada, pero este año será distinto, lo que nos hace mantener nuestro proceso de inversión, porque es un buen punto de entrada para las compañías value, que no cotizan a precios lógicos”, afirma.

Así, aunque Dejan reconoce que los valores de alta calidad tuvieron el pasado año un peor comportamiento que los de menor y que en periodos de fuertes rebotes pueden hacerlo peor, pero cree que “con la normalización de los mercados –que pronostica-, continúan su tendencia de crecimiento y tienen potencial de hacerlo como mínimo tan bien como las firmas de calidad más escasa”. De ahí el planteamiento de comprobar si el contexto de incertidumbre se ha terminado y de analizar la forma de adaptarse a los cambios económicos que afectarán al mercado. “Los problemas económicos estructurales persisten, tales como el frenazo del gasto en EEUU o el aumento de los déficits gubernamentales, y los bancos aún tienen problemas”, asegura. El gestor se muestra convencido además de que existe una burbuja en compañías cíclicas, lo que obliga a replantear numerosas estrategias y favorece la filosofía value.

“En el sector industrial chino y de otros mercados emergentes existe una sobrecapacidad que no se corresponde con la demanda, cuyas firmas corren en riesgo de sufrir importantes correcciones en sus beneficios”, dice Dejan. Además, considera que tanto la escasez de cash flow como la financiación son problemas que afrontan este tipo de compañías, a las que no resulta fácil obtener dinero, pues los bancos piden como garantía balances poco apalancados y no aceptan aquellos de menor calidad.

Apuesta emergente

En este contexto, apuesta por firmas que cumplan requisitos como un alto cash flow, bajo endeudamiento, que cuenten con una demanda de largo plazo que asegure un nivel de ganancias y márgenes estables y predecibles, alta rentabilidad por dividendo,… en definitiva, negocios simples y fáciles de entender que sean capaces de obtener ganancias que financien su crecimiento y creen así valor para el accionista. Como ejemplos, firmas dentro del sector de consumo básico y alimentación como Coca-Cola, Pepsi, McDonald’s, Nestlé… En este sentido, confía en firmas con presencia en mercados emergentes y que puedan cubrir las necesidades vitales, relacionadas con el consumo o las telecomunicaciones, de una población creciente. También le interesan compañías que operen en mercados protegidos, como el indio, un patrón que siguen también las financieras brasileñas, especialmente de medios de pago, que cuentan con el monopolio en el país. En España, un ejemplo serían las utilities como REE o Enagás.

Su universo está formado por unos 500 valores, entre los que selecciona, con una visión bottom-up y un análisis fundamental, aquéllos más baratos y con un potencial de entre el 20% y el 25%. “Mantenemos los valores en tanto se mantenga este potencial de beneficios”, asegura, recordando que a finales de 2008 Buffet aseguró que el mercado había subido demasiado y que ello suponía el final de un mercado alcista, dando paso a una corrección sana. Inversiones, en definitiva, propicias para los inversores de más largo plazo, si bien incluyen algunos valores con una visión más cortoplacista con un objetivo de diversificación.

Desde Vontobel controlan la volatilidad de forma indirecta, como resultado de este proceso de selección e inversión en compañías de perfil value, que permanecen estables durante más tiempo. Así logran menor volatilidad que su benchmarck, al que el fondo logra batir a largo plazo.