El mercado no quiere una nueva presidencia peronista en Argentina pero ¿por qué? Las gestoras lo explican

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El nerviosismo se ha instalado en el mercado en esta primera mitad de agosto. Si hace apenas unas semanas fue la potencial guerra de divisas derivada de la guerra comercial que mantienen abierta EEUU y China lo que puso a prueba los ánimos de los inversores , esta semana la volatilidad está viniendo de Argentina.

El país latinoamericano celebró el pasado fin de semana sus primarias y el resultado de las mismas no ha gustado nada a los inversores. “Las elecciones presidenciales primarias celebradas en Argentina durante el fin de semana arrojaron un resultado sorprendentemente bueno para el principal candidato de la oposición, Alberto Fernández. El candidato de  Cristina Fernández Kirchner, Alberto Fernández, ganó 47,7% de los votos, significativamente por delante del candidato del actual Presidente Macri, Pichetto, que obtuvo el 32,1%”, afirma Edwin Gutierrez, director de deuda soberana de mercados emergentes de Aberdeen Standard Investment. Diferencia por tanto muy superior a los ocho puntos que daban las encuestas (y que esperaba el mercado).

Si bien éstas son solo las primarias, el mercado ha empezado a descontar una clara victoria del frente peronista encabezado por Alberto Fernández y Cristina Kirchner en las elecciones presidenciales que se celebrarán en Argentina a finales del mes de octubre y la reacción del mismo ha sido de lo más negativa. “Las reacciones hablan por sí solas: el peso argentino se ha desplomado un -20% vs dólar (hasta mínimos históricos), la bolsa de Buenos Aires ha abierto cayendo un -10% (mayor desplome en 11 años) y las apuestas sobre un default de su deuda han subido como la espuma. Del movimiento de sus CDS (seguro de impago) de su deuda podemos extraer que un 70% de los inversores prevén un impago durante los próximos 5 años, frente al 49% que lo pronosticaba hace unos días”, apunta Felipe Gálvez desde Self Bank, al tiempo que recuerda el desplome sufrido en la jornada de ayer por los valores españoles con más alta presencia en Argentina como son Prosegur o BBVA.

Las razones de semejante desplome son sencillas. Tal como explica Andressa Tezine, analista senior de deuda de Fidelity, “Argentina se encuentra en recesión y el peso ha perdido la mitad de su valor frente al dólar desde el año pasado. El país tiene una de las tasas de inflación más altas del mundo, aunque se había reducido recientemente tras alcanzar un máximo del 57,3% en mayo. Los mercados esperaban que las reformas pro-mercado de Macri animaran las inversiones internas en Argentina. Sin embargo, estos resultados indican que el país podría volver a políticas como el control de la divisa y el capital, la reestructuración de la deuda y el incremento de los subsidios”.

En la misma línea se pronuncia Dorothea Fröhlich, gestora de MainFirst, quien considera que "la atención se centrará ahora en la retórica de la oposición de cara a las elecciones generales. Su fuerte liderazgo en las primarias, combinado con la mejora de la economía, nos lleva a esperar un comportamiento moderado y racional. Alberto Fernández todavía no ha hecho grandes comunicaciones acerca de sus planes para la economía, pero sí ha declarado que tiene "voluntad absoluta de pagar" la deuda externa. Sin embargo, también dice que planea renegociar con el FMI los términos de devolución del dinero prestado por el organismo al país".

Sin embargo, el resultado de las primarias en Argentina no fue lo único que puso en jaque el temple de los inversores ya que su nerviosismo aumentó tras conocerse el cierre del aeropuerto de Hong Kong con motivo de las protestas que se están llevando a cabo en la ciudad, lo que demuestra una vez más el impacto que los riesgos geopolíticos tienen en el mercado y sobre todo que se espera que sigan teniendo en este segundo semestre del año.

Volviendo al caso argentino, queda por ver si el impacto se queda solo en el este mercado a medida que se avance en la carrera electoral por la presidencia de Argentina o por el contrario se extiende al universo de mercados emergentes.

En caso de que suceda solo lo primero, parece claro que la incertidumbre seguirá dominando el mercado argentino. "Para los próximos 12 meses esperaríamos una incertidumbre mucho mayor, un deterioro en el crecimiento debido a la falta de confianza y una reversión de la reciente caída de la inflación. Dado el aumento de la incertidumbre, esperamos que los inversores tengan en cuenta una prima de riesgo más alta y revisiones a la baja significativas de los beneficios. Las perspectivas para Argentina, tanto a corto como a medio plazo, se han deteriorado bruscamente después de las elecciones primarias del domingo y, por lo tanto, el mercado de valores es poco atractivo como destino de inversión", apunta Pablo Riveroll, director de Renta Variable Latinoamericana de Schroders. Pero si la crisis acaba salpicando a otros emergentes, Tezine considera que “se podrían crear oportunidades para los inversores ágiles en los países sin conexión con este proceso electoral ni su resultado final”.

De momento, lo cierto es que incluso con Macri, el presidente más market friendly cuya renovación peligra ahora, Argentina sigue siendo un mercado que cuenta con poco peso en los fondos de mercados emergentes. Según los datos de Morningstar, de los productos domiciliados en Europa los que más exposición tienen a Argentina de media son los que invierten en deuda emergente, que destinan un 3% a bonos argentinos. El peso medio de los fondos de bolsa es de entre el 0,35% y el 1,69%.

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