El León de Kalorama

Uno de los lugares con más encanto de Washington DC es el histórico barrio de Kalorama. El nombre proviene del griego y significa “bonitas vistas”. Y es realmente un placer andar sus siempre pacíficas y solitarias calles, que esconden imponentes embajadas y estilosas mansiones.

 

Muchos personajes célebres han vivido y viven en Kalorama. Se puede visitar la encantadora casa-museo del presidente Woodrow Wilson. Y, más allá, se sabe dónde viven los Clinton.

 

Al andar por Kalorama una se pregunta: ¿quién tiene el privilegio de vivir aquí?, ¿y allá?

 

Pues bien, no hace mucho reconocí una de aquellas mansiones en una prestigiosa revista de arquitectura. Una residencia de Kalorama había sido renovada, por dentro y por fuera, por sus dueños. Al ver las fotos me emocioné, pues se trataba de la casa a la que paseando señalaba como mi favorita.

 

Me enteré de que se trataba de la residencia de Bob Woodward, uno de los célebres periodistas que destaparon el caso Watergate. Todavía en activo, es uno de los profesionales más respetados de los Estados Unidos. Le alabo, además, el gusto en cuanto a arquitectura y diseño se refiere.

 

Y hace unos días tuve otro hallazgo similar.

 

Ya sé a quién pertenece otra de las admirables mansiones de Kalorama. La viuda de Ted Kennedy (1932-2009) ha vendido la mansión en la que vivía junto a su esposo para mudarse a una residencia de tamaño más manejable.

 

Sotheby´s tuvo el honor de vender, por 6,5 millones de dólares, la propiedad a la República de Gabón, que pretende transformarla en residencia de su embajador.

 

Así, el embajador de Gabón dispondrá de seis habitaciones, siete cuartos de baños, cinco salones con chimenea, piscina interior, bodega y un gimnasio con equipamiento de Arnold Schwarzenegger que, hasta la reciente separación de su esposa, era miembro de la familia Kennedy. Un Republicano entre Demócratas.

 

Ted ha sido el Kennedy más prominente desde la desaparición temprana de sus dos hermanos, el presidente John F. Kennedy y el senador Joseph. Ambos asesinados. Ha servido en el Senado de los Estados Unidos por 47 años, siendo respetado por su carisma y elocuencia, que le valieron el apodo de “El león”. Descanse, pues, merecidamente en paz.

 

Pd: Le dedico este post a mi esposo, que me ha llevado allí, allá…