El legado de John C. Bogle: la democratización de la inversión

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“Gran parte de Wall Street se dedica a cobrar mucho por nada. Él cobraba nada por mucho”. Con esas palabras recuerda Warren Buffett, máximo referente de la gestión activa, a su contrario, al fundador de Vanguard y pionero de la gestión indexada, fallecido la noche del miércoles. A contracorriente y con fuertes críticas, John C. Bogle (1929) predicó una filosofía de inversión de bajo coste, sencillo y sin florituras, con la que revolucionó la industria de la gestión de activos. “Más que un hombre de negocios de éxito, Bogle era un capitalista con alma”, le define un periódico de Pensilvania, su ciudad adoptiva. 

Con una mentalidad que ponía el foco en los inversores individuales creó uno de los titanes financieros de la actualidad. Nacida en 1974, Vanguard gestiona hoy más de 5 billones de dólares a nivel mundial, dando servicio a más de 20 millones de inversores en 170 países distintos. Todo ello, a un coste medio del 0,11%.  

La revolución de Bogle comenzó hace más de cuatro décadas en lo que él llamaba “El Experimento Vanguard”. En 1975 planteó un modelo de negocio basado en fondos de inversión que operaban a costes y de manera independiente, con sus propios directores y trabajadores. Era un cambio radical de la estructura tradicional del momento, donde una compañía externa gestionaba los vehículos. “Estaba diseñado para demostrar que los fondos podían operar de manera independiente y hacerlo de modo que beneficiase directamente a sus accionistas”, explicó Bogle, años atrás. 

Un año más tarde la firma presentaría al mundo el primer fondo indexado para inversores: el First Index Investment Trust. Fue calificado de “anti-americano” y “un camino seguro a la mediocridad” y apenas reunió 11 millones de dólares en activos. Hoy es el Vanguard 500 Index Fund, uno de los mayores de la industria, con 441.000 millones bajo gestión. 

En 1977 darían otro paso más en su ruptura con los mandatos de la industria al dejar de comercializar sus fondos a través de brokers y ofrecerlos directamente al inversor final. La compañía eliminó las comisiones de ventas, un movimiento que ha supuesto un ahorro de millones de dólares a sus partícipes. 

Bogle fue un transgresor entre sus iguales, con quienes fue muy crítico durante toda su carrera profesional. “Debemos ser más que una mera industria”, insistió en un discurso de 1987. “Debemos elevarnos a los estándares más altos, de la confianza y deber fiduciario. Debemos cambiar, nuestras comunicaciones, nuestra estructura de precio, nuestro producto y nuestras técnicas promocionales”. 

“Jack Bogle transformó la inversión con su claridad de visión y su apoyo incansable a los inversores individuales. Su filosofía me ha influido enormemente. Se le echará de menos, pero su legado será un mejor futuro para millones de personas en el mundo”, declara Larry Fink, CEO de BlackRock. Con una mentalidad tan sencilla como sus fondos, Bogle ha inspirado desde consejeros delegados a inversores de a pie. Como resume Fernando Luque, editor de Morningstar España: “Ha habido pocos avances más disruptivos en el mundo de la inversión y más beneficiosos para los inversores como la creación de un fondo que replique al mercado a bajo coste. Así de simple, pero había que hacerlo”.