“El inversor debería estar preparado para asistir a episodios de repentina debilidad del mercado”

Kamil Molendys, Unsplash

"Los inversores deberían estar preparados para asistir en 2012 a periodos de repentina debilidad de los mercados como los vividos en agosto del año pasado". Así lo cree Vincent Treulet, jefe de estrategia de BNP Paribas Investment Partners, quien considera que el buen comportamiento experimentado en este arranque de ejercicio no es un punto de inflexión del mercado, ya que “esperamos que la volatilidad se mantenga elevada y el apetito por el riesgo limitado dado que la atención seguirá centrada en el crecimiento y la evolución de la crisis de deuda europea”.

 

En la presentación de perspectivas de la gestora gala para este año, Treulet indicó que, según sus previsiones, la economía mundial “crecerá a un ritmo sano” que estima entre el 3% y el 3,5% este año, con el PIB estadounidense avanzando a una tasa del 2% y una economía europea que podría entrar en una leve recesión. Aunque a su juicio “no existe riesgo de fuerte deterioro económico, el proceso de desapalancamiento y reducción de déficit en el que se encuentran empresas y gobiernos limita un crecimiento que se mantendrá bajo tanto este año como el próximo”.

 

Más positivo se muestra sobre los países emergentes, de los que dice “mantendrán el diferencial de crecimiento sobre los industrializados”, una situación que mejora su visión sobre un mercado que, en su conjunto, cotiza con un descuento del orden del 10%. No obstante, Treulet deja muy claro que el mundo emergente no es un mercado homogéneo, por lo que reconoce no meter en el mismo saco a todos los países que integran esta categoría. En este sentido, China y Brasil son, a su entender, los que parten de una situación más favorable, frente a otros como India, Taiwán o Turquía, sobre los que mantiene una visión negativa.

 

Menos optimista se muestra sobre la Eurozona. “El programa de financiación a tres años aprobado por el BCE ha sido un factor que ha contribuido decididamente a tranquilizar la situación del mercado, si bien creemos que los problemas no se han resuelto y podrían volver a surgir en el segundo semestre del año”, afirma. Esto no quiere decir –en su opinión- que la situación de Europa sea dramática. Ni mucho menos. Tan es así que, según señala, “si tomamos a la Eurozona como un país, el déficit apenas alcanzaría el 4% y la crisis de la deuda no existiría”.

 

De hecho, Treulet se muestra convencido de que la crisis de deuda que sufre la región no es el principal problema. “La cuestión a resolver es la crisis que atraviesa una Unión Monetaria que sólo puede ser resuelta desde la esfera política”. En este punto, el jefe de estrategia de BNP Paribas IP entiende necesario “crear mecanismos de mutualización que permitan dar una solución a los inconvenientes que el hecho de contar con una única divisa tiene para economías tan dispares como la alemana o la griega”.

 

Respecto al caso heleno, el experto cree que el plan de 130.000 millones aprobado para el país “no resuelve un problema que volverá a surgir en la segunda mitad del año”. Tampoco descarta que estados cuya solvencia ha sido puesta en entredicho como Portugal o Irlanda sigan los pasos de Grecia y sufran en el futuro lo que ha calificado como “algún tipo de accidente con su deuda pública”. Y es que, a corto plazo, “creemos que la solución de la crisis europea pasa por reconocer que el problema de la solvencia no es algo que ataña sólo a Atenas”.

 

Esta situación es la que a BNP Paribas IP le obliga a crear una cartera conservadora en la que el mercado de renta fija juega un papel importante, sobre todo en lo que respecta a deuda corporativa con grado de inversión y high yield, clases de activos que Treulet califica de interesantes dado que, con unos tipos de interés próximos al 0% en Estados Unidos, “el volumen de defaults va a ser muy bajo este año”. Dentro de la deuda pública, prefiere el bund frente a los bonos del Tesoro americano, “sobre todo teniendo en cuenta que la situación de Alemania en términos de déficit es mejor que la de Estados Unidos”.

 

Pese a esto, el jefe de estrategia de la gestora gala espera una depreciación del euro frente al billete verde, cuyo cambio podría caer hasta el entorno de los 1,25 dólares como consecuencia de “un menor crecimiento en Europa respecta a Estados Unidos y unos tipos de interés que el BCE podría dejar en el 0,5% a finales de 2012 y, por lo tanto, tienden a converger con los de la Reserva Federal”. La pérdida de valor del euro también se podría producir en su cambio respecto a algunas divisas emergentes, una evolución que “será muy positiva para la economía europea”.