El error de comparar bonos en distintas divisas o por qué Grecia no se financia más barato que EE.UU.

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Una cesta diversificada de bonos (Brenda Godinez on Unsplash)

El giro acomodaticio de los bancos centrales ha arrastrado de nuevo a la renta fija a la senda positiva. Tal es así que el bono de gobierno de Grecia ha caído por debajo del 2% por primera vez en su historia. Es un hito teniendo en cuenta que la rentabilidad exigida al Tesoro americano comparable es ligeramente superior. Es decir, ¿que Grecia se financia más barato que Estados Unidos? Da para un titular llamativo, pero la realidad es que es una comparativa errónea porque obvia dos elementos cruciales: el tipo de interés de cada país y la divisa de la emisión.

Es relevante porque puede llevar a conclusiones equivocadas. Si se aplicase el mismo criterio a otros supuestos prácticos, nos podría parecer, por ejemplo, que el coste de vida en Estados Unidos es más barato que en Europa si no tenemos en cuenta que un dólar americano no vale lo mismo que un euro.

La explicación es sencilla, defiende Joseph Mouawad, gestor especializado en deuda emergente de Carmignac: los tipos de interés en euros están un 3% más bajos que los denominados en dólar americano. Es principalmente la diferencia entre los tipos que aplica el Banco Central Europeo frente a los de la Reserva Federal.

¿Por qué importa? Pues porque como explica Tom Ross, gestor de renta fija corporativa de Janus Henderson, si un inversor estadounidense comprase bonos de gobierno de Grecia y lo cubriese de vuelta a dólares se beneficiaría de un 3% anual adicional. “Principalmente por el diferencial en los tipos a corto plazo”, añade. Y viceversa para un inversor europeo que cubriese su inversión en Tesoro americano, ya que le daría una rentabilidad negativa en euros.

Si hiciésemos la comparación correcta –manzanas con manzanas- nos saldría que el yield del bono griego en dólares es del 5% frente al 2% del Tesoro americano. “Coincide con el diferencial de 300 puntos básicos de Grecia y refleja el rating BB- del país a día de hoy”, apunta Mouawad.

“Los inversores deben extremar la precaución al invertir en deuda de gobierno a nivel global. El yield no necesariamente es igual a la rentabilidad en el corto plazo”, insiste Catherine Matthews, especialista de producto global en Western Asset, filial de Legg Mason. Nos muestra un ejemplo reciente, del pasado junio. En un mes donde todos los precios de los bonos subieron, la rentabilidad del 10 años español (que tenía un yield del 0,4%) fue superior al 2% mientras que el del bund alemán comparable (que cotiza con un yield negativo del -0,4%) fue ligeramente inferior al 1%. En dólares la rentabilidad del Tesoro americano fue del 1%. Como ya hemos aclarado, no significa que hubiera sido una apuesta mejor que el bono alemán. Porque si lo pasamos a euros, la rentabilidad ha sido en realidad negativo, del -1,2% ya que el dólar se debilitó frente al euro en junio.

¿Y por qué no es algo que se tiene en cuenta al invertir en bolsa? Según explica Ross, no cubrir la moneda en renta fija supone asumir un riesgo enorme con la divisa.Y más teniendo en cuente que quienes invierten en bonos de gobierno no hacen como estrategia de bajo riesgo. En cambio, en renta variable no se suele cubrir la moneda porque la volatilidad de las acciones suele ser mayor. “Y el retorno potencial es mayor y no está capado como en los bonos”, añade.