Las directrices de ESMA, en las que se ha evitado crear categorías separadas para los ETF en función de su modelo de réplica, son un avance positivo. Así lo cree Helga Mepham, directora general de Desarrollo de Producto de iShares, para quien “el debate sobre la estructura de réplica de los ETF se ha acabado”.
“ESMA pide que se informe al inversor de las características de lo que compra. Se trata de educar al inversor sobre los riesgos del producto y de que entienda lo que compra. Si se explican las diferencias, la elección de un tipo u otro de producto es del inversor”, añade.
La responsable de Desarrollo de Producto de iShares, que participó en la apertura de la conferencia anual de Ifia, la asociación de fondos de Irlanda, asegura que las gestoras de ETF ya se han adaptado a cumplir con las directrices de ESMA incluso antes de que éstas entren en vigor. “Es una muestra de la voluntad de transparencia del sector”, afirma.
Reconoce que en Europa hay una cierta fragmentación de la liquidez en ciertos mercados y por eso desde iShares trabajan en coordinación con reguladores, bolsas y distintos proveedores para intentar mejorar la liquidez en el mercado secundario y poder suministrar la mayor información posible al inversor en todo momento.
