“El crecimiento económico de los emergentes no genera rentabilidad; lo hacen las acciones”

Matthew_Vaight
Foto cedida

“El crecimiento económico de un país no genera rentabilidad; la rentabilidad la produce el favorable comportamiento del precio de las acciones”. Este concepto es algo que algunos gestores tienden a olvidar cuando se habla de los emergentes. No así Matthew Vaight, cogestor del M&G Global Emerging Markets, quien lo primero que recuerda a la hora de referirse a estos mercados es que el inversor debe saber que “el PIB no es garantía de rentabilidad, lo cual no quiere decir que el potencial de crecimiento del que gozan algunos países emergentes no pueda ser aprovechado”.

En una presentación celebrada por el gestor de M&G Investments en Madrid, explicó que la labor de selección en esta categoría de acciones supone un aspecto crucial. “En los mercados emergentes podemos encontrar buenas compañías, pero también malas, por lo que resulta fundamental saber en quién puedes confiar. Nuestro objetivo es encontrar oportunidades de inversión sexys que coticen a precios atractivos”. Y es que Vaight se define ante todo como un inversor por valoración. “No me gusta pagar un sobreprecio por las cosas”, asegura.

A la hora de analizar compañías, Vaight reconoce prestarle especial atención a aquellas que ofrecen una atractiva rentabilidad por dividendo y con un modelo enfocado hacia el crecimiento de la empresa. “Esto es mucho más importante que el ritmo al que crezca el país en el que está afincada”, señala. En este sentido, los mercados emergentes están llenos de trampas. “El 80% de las compañías que integran los índices MSCI China o MSCI Rusia están compuestos por empresas controladas por el Estado, así que conviene no engañarse ya que a los gobiernos no les preocupan los inversores minoristas”, afirma.

El gestor pone un ejemplo: la banca china. “Las entidades financieras de este país están controladas en su mayoría por un Gobierno que obliga al sector a poner encima de la mesa el dinero necesario para hacer crecer la economía, por lo que muy frecuentemente sus directivos descuidan a los inversores minoristas, a los que dejan de lado”. Por este motivo, ni siquiera el fuerte peso que tiene la banca china en los índices es razón suficiente para justificar una apuesta por esta clase de valores. “Este es un lugar muy poco apropiado para invertir el dinero”, asevera.

Ir contra el resto

Por este motivo, Vaight aplica en la cogestión del M&G Global Emerging Markets un enfoque diferente. “Me gusta no seguir a la manada, ir en contra del resto. Así, me olvido de China y busco oportunidades en otros lugares como México o Sudáfrica”, mercados donde en su opinión se pueden encontrar compañías atractivas cuyos objetivos no van alineados con intereses gubernamentales. “Ante todo somos selectores de acciones que no nos dejamos encorsetar por cuestiones del peso sectorial o de un determinado mercado en el índice de referencia”.

Sin embargo, donde más se perciben estas diferencias entre su fondo y el MSCI Emerging Markets es en su apuesta por África, un continente donde, a su juicio, “existen oportunidades de inversión enormes”. Ghana, Nigeria o Sudáfrica son algunos de ellos. En este sentido, las oportunidades más atractivas las encuentra en el sector financiero africano y el de las telecomunicaciones, dado el fuerte potencial de crecimiento en número de clientes del que disfruta la región. De hecho, pone como ejemplo MTN, operadora sudafricana que, en su opinión, es la clase de compañías que buscan: barata y con un fuerte potencial a largo plazo.

Aunque Vaight cree que todavía es pronto para exponer buena parte de una cartera al mercado africano, cree que existen algunos mitos que se han generado en torno al continente que no son ciertos. “La percepción es que África representa un único mercado de gran inestabilidad, alta corrupción y elevado riesgo político. Sin embargo, la realidad es que son 54 mercados, con unas zonas en conflicto muy limitadas geográficamente y con compañías bien gestionadas”, señala el experto. “Es un mercado en el que existen grandes oportunidades, aunque ello suponga aceptar un riesgo”.

Fuera del continente, México es otra de las grandes apuestas del gestor del M&G Global Emerging Markets. “Éste no es sólo un país donde se puede fabricar barato, sino que también es un destino para la inversión. Las valoraciones que ofrece su mercado son muy atractivas y en él podemos encontrar compañías que podría decirse que son las mejor gestionadas dentro del universo emergente”, indica. Respecto a los sectores que le resultan más interesantes dentro de los emergentes, Vaight prefiere invertir en aquellos que entienda y que coticen a precios atractivos. “A pesar de que se ha extendido la opinión de que las empresas vinculadas al consumo son las más interesantes dentro de estos mercados, creo que el sector está en precio”, dice.

Invertir en emergentes tiene sus riesgos. Aunque es cierto que la historia de crecimiento que alimenta estas economías ha provocado una fuerte entrada de capitales en estos mercados, “la crisis europea está teniendo un impacto claro y directo sobre ellos”. De hecho, el gestor considera que “el mayor riesgo de los emergentes es que asistamos repentinamente a un retorno del capital hacia los países desarrollados como consecuencia del miedo de los inversores, sobre todo teniendo en cuenta que en algunos países, como Indonesia, la mayor parte del mercado está en manos de inversores occidentales”.