Siempre que llegan estas fechas tendemos a hacer un balance de lo acontecido en el año, como si al hacerlo pusiéramos el contador a cero y en adelante sólo hubiera buenas oportunidades. Las carteras continúan estando el día uno como estaban a treinta y uno, pero la sensación cambia al pensar que quedan doce meses sin estrenar por delante.
Echando la vista atrás, 2014 ha estado marcado por una serie de eventos que incluyen dudas sobre el crecimiento de las economías, ausencia de presiones inflacionistas y tipos en mínimos históricos que han generado una cantidad ingente de liquidez en los mercados. Más recientemente, no nos podemos olvidar de decisiones políticas tan claves como la caída del precio del petróleo, los movimientos de rublo, o el acercamiento entre Estados Unidos y Cuba.
La realidad es que de manera inevitable, aunque sólo queramos llevar ilusión y buenas intenciones en el zurrón, todas estas cuestiones nos acompañarán en este 2015. La política monetaria, el precio del crudo, el crecimiento económico, y las tensiones geopolíticas continuarán marcando el paso. Aunque psicológicamente hayamos hecho un parón (necesario) para disfrutar de las fiestas con los nuestros, el mundo no descansa y sigue girando.
Será lo mismo que hasta ahora… y sin embargo será diferente, pues el contador estará a cero y en adelante sólo habrá buenas oportunidades.
