El capital riesgo español afronta un escenario de sequía en las suscripciones

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Foto: Claudio.Ar, Flickr Creative Commons

La ausencia de nuevos flujos de dinero no sólo es un problema para los fondos de inversión o de pensiones en España. También la captación de nuevos fondos es uno de los mayores problemas que afronta el sector de capital riesgo español. Así lo puso de manifiesto ASCRI, la asociación española de entidades de capital riesgo, en una presentación en la que su presidenta, Maite Ballester, habló también de unas perspectivas “no mejores” para la segunda mitad del año. “La captación de fondos está siendo uno de los principales problemas para el sector en España sin vistas a mejorar a corto plazo”, aseguró.

Y es que en la primera mitad del 2012 la captación de fondos cayó un 37% respecto al primer semestre 2011, alcanzando 934 millones de euros (el 79% por parte de fondos internacionales y casi 200 millones de euros por parte de operadores nacionales principalmente de entidades públicas como Cofides, CDTI –que podría lanzar un nuevo fondo tecnológico - y Enisa). En este sentido, la patronal del capital riesgo propone, para dinamizar el sector, la creación de una gran firma estatal que canalice toda la inversión pública como un fondo de fondos que seleccione a determinadas gestoras para canalizar el dinero.

Por un lado, los inversores extranjeros han reducido sus aportaciones a fondos por el riesgo país, aunque siguen siendo el principal inversor, pues aportan más del 60% del volumen total invertido en la primera parte del año, principalmente en operaciones de buy outs, y siguen apostando por proyectos muy concretos. “Hay un sentimiento de compás de espera hacia la eurozona, necesitamos bajar el ruido en esta región pues domina el prisma de que en Europa todo va mal”, indica la experta.

Pero esa mayor proporción de la participación en el sector del inversor foráneo también se debe a la reducción del papel del inversor nacional, cada vez menos numeroso. En primer lugar, porque bancos y cajas, ante la reestructuración del sistema financiero, han reducido su inversión, pero también por la congelación o liquidación de las aportaciones de los family offices, así como el recorte de fondos provenientes del sector público. En este contexto, fondos de pensiones y seguros, que en otros países europeos aportan en torno al 36% los recursos captados para el sector, aquí tienen en sus carteras entre un 0% y un 0,1% en capital riesgo, y no son una alternativa. “O desarrollamos una cultura de inversión o será difícil que se convierten en un inversor fuerte”, afirmó Ballester, indicando que ASCRI trabaja con el Gobierno para intentar que se incentive la inversión en capital riesgo por parte de dichos planes de pensiones y aseguradoras. “Es un momento excepcional que requiere medios excepcionales”, indicó.

Según el experto José Martí Pellón, “el Gobierno está tan preocupado por los recortes que ha olvidado las medidas proactivas”, pero recordó que, si no hay financiación, no hay crecimiento ni empleo y ofreció ideas como permitir a particulares invertir directamente en pymes.

Otra dificultad que afronta el sector son las desinversiones, complicadas por la caída de las valoraciones y la falta de financiación. En el primer semestre 2012 alcanzaron 521 millones de euros (a precio de coste), un 45% menos que en el primer semestre de un año antes, si bien el número aumentó un 8,6% hasta alcanzar las 241 operaciones.

En total, la inversión de las entidades de capital riesgo en España durante el primer semestre 2012 alcanzó 1.166 millones de euros, registrando una caída del 43% con respecto al primer semestre 2011, según ASCRI en colaboración con Webcapitalriesgo.com, en un contexto marcado por la la prudencia en la inversión, el alargamiento de los procesos de inversión, la sequía crediticia y la poca prioridad de invertir que mantiene al sector esté en compás de espera.

Por operaciones, el 58% se debió a las operaciones de buy outs, el 27% a las operaciones de crecimiento y sólo un 5% a operaciones en primeras etapas. Por número, se cerraron 494 operaciones, un 2% más pero el 84% de ellas fueron de menos de un millón de euros. La inversión en primeras fases o venture capital es el único segmento que no se vio afectado por la situación económica, registrando un crecimiento del 32% al haber alcanzado 61 millones de euros de inversión.

Proceso de adaptación
Pero, aunque los expertos no esperan mucho de este año, señalan que los datos negativos no son exclusivos de España, sino de toda Europa, pues los principales mercados como Reino Unido, Francia o Alemania también registraron de media una caída del volumen de inversión en torno al 44% y del 37% en el número de operaciones. Y afirman que las entidades se mueven con rapidez, se adaptan a este nuevo entorno difícil con cambios en la operativa y concentraciones en el sector, como la reciente fusión de N+1 y Mercapital.Las fusiones son complicadas por el distinto organigrama de las gestoras pero la teoría dice que en entornos como esto lo lógico sería que hubiera más procesos de concentración en el sector”, dice Ballester.

Para el segundo semestre, ACRI cree que continuarán factores negativos como el acceso a la financiación o el deterioro de la economía en todos los niveles, por lo que augura un segundo semestre similar al primero, con bajos niveles de actividad, volatilidad y especial dedicación de los gestores a las carteras. Pero también creen que hay oportunidades, por ejemplo, en el capital expansión, pues empresas necesitan fortalecer sus balances.

En el evento también se presentó la séptima edición del “Informe de Impacto Económico y Social del Capital Riesgo”, que concluye que el capital riesgo refuerza el tejido empresarial europeo por excelencia: la pyme. Según sus conclusiones, existen siete razones para seguir apoyando y desarrollando el sector, pues así se consiguen empresas más grandes, sólidas, sanas, internacionales, innovadoras, productivas y generadoras de empleo.