“El Banco de Japón ha hecho su trabajo. Ahora la atención está en las políticas del Gobierno”

Japan
Artemuestra, Flickr, Creative Commons

Las iniciativas puestas encima de la mesa por la autoridad monetaria nipona han superado todas las expectativas, al haberse comprometido a inyectar aproximadamente 1,4 billones en la economía en apenas dos años. Esto significa un grado de flexibilización que en palabras del propio presidente del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, no tiene precedentes en la historia. Las medidas anunciadas produjo una reacción inicial muy positiva en los mercados financieros, con fuertes subidas para la Bolsa nipona que, desde el pasado 4 de abril se disparó un 7%, que fue acompañada de una nueva depreciación del yen frente al dólar estadounidense.

Según explica en un artículo Nathan Gibbs, gestor de renta variable japonesa de Schroders, en gran parte se puede decir que la máxima autoridad monetaria japonesa ha “hecho su trabajo” en el corto plazo y ahora la atención se centrará en las políticas del Gobierno que dirige Shinzo Abe  y el problema de las reformas estructurales, que considera tan desesperadamente necesarias para garantizar que cualquier mejora económica emergente pueda traducirse en una reactivación a largo plazo de las perspectivas de crecimiento subyacente del país del Sol Naciente.