El asesoramiento en tiempos de pandemia

Gorka_Apodaca
Cedida

TRIBUNA de Gorka Apodaca, responsable de asesoramiento de Banco Alcalá (Grupo Crèdit Andorra) para Cataluña y Baleares.

La pieza del asesor financiero cobra, si cabe, más importancia en los tiempos que corren. En menos de 10 años, hemos pasado de una crisis financiera (que nos ha traído un escenario de tipos de interés negativos) a una sanitaria (con una parálisis de la economía mundial sin parangón desde la Segunda Guerra Mundial) pasando por un Brexit que todavía colea. Y por si fuera poco, hace apenas unos días vivíamos eventos no vistos anteriormente, como los futuros del petróleo cotizando en negativo... Toda una gama de sucesos que afectan directamente a las rentabilidades de las carteras y la consecución de los objetivos de los clientes. En un entorno tan cambiante, es fundamental para el inversor contar con la ayuda del asesor financiero para explicar con claridad la situación actual del mercado y adaptar las carteras y los sesgos conductuales que aparecen en periodos de volatilidad, como puede ser el pánico inversor, que suele derivar en la venta de posiciones ante fuertes caídas del mercado.

No hay que dejar de lado el trato directo con el cliente y empatizar con cada uno de ellos, a pesar de las limitaciones del confinamiento actual, que nos impiden realizar visitas presenciales. Tenemos de nuestro lado a la tecnología, que nos brinda alternativas para mantener una buena comunicación, ya sea a través de llamadas telefónicas o videoconferencias. Destacamos también que, en muchos casos, los clientes disponen actualmente de más tiempo, lo que permite a los ahorradores más curiosos descubrir con más detalle el mundo de las inversiones que, canalizadas a través del asesor, permite aclarar conceptos como coeficientes de volatilidad, interpretaciones de ratings, o productos derivados como futuros y opciones, que exigen conocimientos financieros más avanzados.

Es en estos entornos, donde el asesoramiento de calidad, la educación financiera y la cercanía priman y el cliente evaluará a posteriori si el servicio recibido es acorde con las expectativas previstas. ​