El ahorro financiero de las familias cae por primera vez desde 2002

Kamil Molendys, Unsplash

La crisis económica ha calado de lleno en las familias españolas, que en 2008 han visto caer su ahorro financiero por primera vez desde 2002. Según el informe de Inverco “Ahorro financiero de las familias españolas”, en el segundo trimestre del año el dinero total ahorrado disminuyó un 2,1%, hasta los 1,08 billones de euros. Ya en el primer trimestre había bajado un 3,8%, una cifra negativa que no se veía desde 2002 cuando las familias perdieron un 2,4% de sus ahorros.

El efecto del desapalancamiento, que ha provocado ventas masivas para hacer frente a las deudas generadas por las compras a crédito que habían acumulado muchos inversores en los últimos años, ha llevado al recorte brusco del precio de acciones y bonos. Esta ha sido la principal causa de la disminución del patrimonio financiero de las familias y no tanto la poca capacidad de las familias para destinar dinero a la hucha, ya que en el segundo trimestre se destinaron 15.798 millones de euros nuevos a este fin. Este cifra, no obstante, es la más baja registrada en un segundo trimestre en los último ocho años, ya que siempre se había mantenido por encima de los 21.000 millones de euros.

Por tipos de activos, el panorama de la cartera financiera de los españoles vuelve a niveles de 2002-2003, cuando tras el estallido de la burbuja tecnológica el conservadurismo se adueñó de las familias.

Los depósitos y el dinero en efectivo son los activos preferidos por los españoles. En el segundo trimestre del año representaban el 42,7% del total del ahorro familiar, la cifra más alta desde 2002, cuando suponían el 43% de los activos.

La preferencia por los depósitos ha arrastrado al resto de activos. Los fondos de inversión han disminuido su peso en el ahorro familiar, y ahora representan un 9,3% de la cartera, la cifra más baja en la última década. También la inversión directa en acciones y bonos se ha visto arrastrada por el miedo de los inversores. Así, las compañías en la cartera de los inversores tan sólo suponen el 22,5% del ahorro, niveles que no se veían desde 2003. En concreto, la inversión directa en acciones cotizadas ha disminuido hasta representar el 7%, un volumen que no se veía en la última década.