Efectos de MiFID II en las gestoras españolas: gestión de carteras, análisis y el triángulo de producto

An_eye_for_my_mind
An eye for my mind, Flickr, Creative Commons

MiFID II entrará en vigor en 2018 y las gestoras españolas comienzan a delinear algunos de los efectos más palpables que la directiva europea tendrá sobre su modelo de negocio. En el IX Encuentro Nacional de la Inversión Colectiva, organizado por Deloitte, Inverco y APD, las gestoras participantes debatieron sobre algunos de los puntos que más ha concretado el borrador de transposición en España, entre ellos la gestión de carteras o el análisis financiero.

La opinión general de las entidades es que MiFID II va a asentar prácticas que, en parte, ya se están llevando a cabo por parte de las gestoras. Así lo cree Lázaro de Lázaro, consejero delegado de Santander Asset Management España: “MiFID II no es una revolución, es una ordenación de aspectos en los que ya se trabajaban, especialmente en la relación entre cliente, gestora, distribuidor y otros proveedores. La directiva simplemente les pone plazo de cumplimiento”.

Uno de los servicios que más se desarrollará con MiFID II será la gestión discrecional de carteras. Es un estándar que todas las entidades están abordando de una forma u otra. Según Luis Megías, consejero delegado de BBVA Asset Management, “se va a industrializar este servicio, no desde su manufactura, ya que seguirá siendo un servicio complejo de gestionar y con alto valor añadido, pero sí desde su accesibilidad al cliente y su escalabilidad para la entidad”. De acuerdo con esta idea, prevé que el servicio de gestión de carteras bajará su mínimo de inversión para que más clientes puedan entrar en él.

Pero, si bien las gestoras son oferentes de servicios y productos de inversión, también son en la misma medida clientes de servicios varios, como el análisis financiero, regulado en el borrador de transposición de MiFID II. Hasta ahora, las gestoras han recibido muchos informes de análisis diarios desde los brokers con los que operan, “a veces incluso en cantidades ingentes, pero de los que nos hemos aprovechado para hacer mejor nuestra labor de gestión”, reconoce Rocío Eguiraun, consejera delegada de Bankia Fondos. Con MiFID II, sin embargo, la relación entre la gestora y el bróker cambiará de matiz. La responsable de la gestora de Bankia apunta hacia un nuevo escenario con tres consecuencias: “Se racionalizará el análisis, se establecerá uno o varios analistas de referencia y entre las gestoras se dará una diferenciación [en competencia] en función del análisis contratado por activo o bróker”.

Este nuevo escenario en el terreno del análisis podría tener una consecuencia no deseada entre las gestoras no generalistas. “Según se articule definitivamente el pago del análisis con MiFID II, puede crearse una barrera de entrada para las gestoras boutique”, normalmente especialistas en un activo o mercado pero con menos presupuesto que las grandes casas, advierte Antonio Muñoz-Suñe, consejero delegado de Trea Asset Management.

El triángulo de producto con MiFID II

Con MiFID II, estima Juan Aznar, presidente y consejero delegado de Mutuactivos, los productos que mejor encaje tendrán entre los clientes -y mayor sentido para las gestoras- con el contexto normativo y de mercado actual serán de tres tipologías distintas: productos de asset allocation, “sea cual sea la carcasa, bien fondo perfilado, unit linked o cartera”; productos de gestoras nicho, best in class en un activo específico, que “podrán justificar su alto precio gracias a una alta calidad”, y también productos de gestión pasiva, “de beta elevada y bajo coste”. Dentro de este triángulo de producto habrán de moverse las gestoras, las europeas y, por supuesto, también las españolas.