“EEUU captará flujos tanto de los inversores más conservadores como de los más atrevidos”

En los últimos meses, los inversores han tomado dos posiciones antagónicas: por un lado están aquellos que, dominados por los nervios, han mantenido sus activos en liquidez y por otro los que, tras la crisis financiera, han optado por adoptar una actitud de mayor riesgo, posicionándose en renta variable emergente o materias primas. Ambos perfiles de clientes han obviado el potencial de los mercados desarrollados, retirándoles su favor durante años. Pero ahora es el turno de estos mercados, que sacarán provecho del cambio de actitud de los dos tipos de inversores, según Jonathan Price, responsable del equipo de especialistas de producto de renta variable estadounidense de JP Morgan AM. “En el caso de los inversores más conservadores, por el aumento de la confianza y en caso de los segundos, porque se replantearán, ante la sobreponderación de los últimos meses en emergentes, la reducción del riesgo en sus carteras y el quilibrio de las mismas, incrementando su exposición al mundo desarrollado”, afirma, centrándose sobre todo en EEUU.

En este contexto, Price calcula que los flujos volverán a ser positivos por primera vez en meses dado que ofrecen una relación rentabilidad/riesgo más atractiva que otros activos. “Los flujos están sostenidos en los fundamentales económicos del país, al margen de sucesos geopolíticos”, comenta. Así, señala la fortaleza del sector empresarial estadounidense, sus saneados balances, el aumento de la productividad y una mejora de la confianza que está moviendo a las empresas hacia un claro ciclo de recuperación, contando además con unas valoraciones atractivas desde un punto de vista histórico. “Llegará un día en el que el sector privado pueda despegar sin ayudas públicas y la buena noticia es que ahora está en muy buena forma y por eso, ante el bajo nivel de riesgo, la recompensa es aceptable”, afirma Price. Eso sí, olvidando los retornos de doble dígito. “Quien espere conseguir rentabilidades del 15% o 20% ha de recordar que no se encuentran en este espacio. Pensamos en ofrecer retornos de un solo dígito con el menor riesgo posible y en un ambiente volátil”, afirma.

En cuanto a los riesgos, el experto reconoce que están atentos al escenario internacional y las crisis que están provocando un encarecimiento del petróleo, sobre todo ante sus efectos negativos sobre el sentimiento de los inversores y su potencial contagio a Arabia Saudí, “el elefante en la habitación” clave en la cadena oferente del oro negro. Pero matiza que, de llegar a ese punto, “se convertiría en un problema global que afectaría incluso en menor medida en EEUU que a otras áreas como la emergente”.

Contando además con que la Fed podría mover ficha subiendo tipos, aunque en ese sentido no tiene claros los próximos movimientos de la autoridad, que tampoco parecen indicar una tercera ronda de relajación monetaria. Preguntado por la supervivencia de la renta variable en un entorno de retirada de las medidas de estímulos, señala que, pase lo que pase, la Reserva Federal ha hecho un buen trabajo. “Ha tomado las medidas necesarias para impulsar la confianza y la recuperación económica y se ha pasado de un momento en que parecía que todo el modelo económico se podía quebrar a la situación actual”, afirma Price.

Además, cree que la economía estadounidense tiene flexiblidad para resolver “los problemas de déficit fiscal de forma sensata, equilibrando su reducción con una recuperación económica sostenible”. Con todo, niega que el país tenga una clara política de debilitar el dólar. “No creemos que haya un cambio fundamental o estructural en el dólar, sino un momento cíclico que lo devolverá a la normalidad”, apostilla.

Paso a los stock pickers y a las large caps

Price hace hincapié además en que son inversores de largo plazo y no se preocupan demasiado por esos vaivenes, y menos aún en un momento en que el escenario dominado por la macroeconomía y por una alta correlación de los activos ante un negativo sentimiento está dejando paso a los stock pickers. “La selección de valores es ahora más importante y nuestra estrategia actual está concentrada en aspectos fundamentales, si bien también tenemos estrategias de finanzas del comportamiento que actúan de forma complementaria”, comenta. La clave está en seleccionar al gestor que pueda ofrecer un mayor alfa en un entorno de beta atractiva. De hecho, la estrategia de JP Morgan AM en renta variable de EEUU no tiene un posicionamiento por industrias, ni tampoco por estilos ni tamaño.

Con todo, Price reconoce que ahora las grandes empresas están baratas y cuentan con mayor exposición a la recuperación económica mundial, si bien las pequeñas participan en mayor grado de la doméstica. Por estilos, ve oportunidades tanto en compañías de valor -como los servicios financieros y otras empresas que han aumentado el gasto, algo que también se materializa en forma de dividendo-, como de crecimiento, especialmente firmas tecnológicas, al estilo de Apple o Amazon, con posibilidades de ganar cuota de mercado.

“Los bancos están en mejor forma que las firmas inmobiliarias, aún débiles y que lo serguirán estando durante un tiempo”, añade. En la gestora también cuentan con acciones de aseguradoras y vigilan de cerca las petroleras y gasistas ante el encarecimiento de las materias primas. “Este factor pesará sobre la economía pero también es beneficioso en la medida en que se puede invertir en firmas con este negocio”, comenta. De hecho, actualmente la posición de las energéticas en los portfolios del equipo de renta variable de EEUU es de sobreponderación.