EE.UU: perspectivas de tipos y crédito

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TRIBUNA de Tom Hollenberg, analista de renta fija, y David Bradin, especialista de inversiones en renta fija, Capital Group. Comentario patrocinado por Capital Group.

• La Fed terminó 2016 agresivamente, subiendo los tipos de interés y destacando la fortaleza de su economía.

• Aunque los mercados están esperando que el crecimiento se acelere en 2017, existe una gran incertidumbre, desde la política fiscal a las relaciones internacionales.

• Otros factores pueden también actuar como vientos en contra para una subida de tipos en EE.UU., como la demanda extranjera de bonos estadounidenses.

¿Puede que la economía y política gubernamental estén en un punto de inflexión?

La Fed planteó esta pregunta al subir los tipos de interés en diciembre y al impulsar sus expectativas de subidas de tipos de interés en 2017. Dado que el año está empezando, merece la pena no solo reflexionar sobre la Fed, sino también de forma general sobre los tipos de interés en EE.UU.

El crecimiento económico estadounidense podría acelerarse este año: el gasto de los consumidores está creciendo a un ritmo saludable; las encuestas manufactureras, un indicador clave de la salud económica, han alcanzado niveles más elevados en los últimos meses; los instintos animales han despertado desde las elecciones, como se ha visto en la subida del mercado de acciones.

Si el optimismo se traduce en un rendimiento económico adicional, tanto el crecimiento del PIB como el IPC podrían situarse por encima de las expectativas base de 2,0% a 2.5%. Esto llevaría a rendimientos de los bonos más elevados y, por último, a una política más agresiva por parte de la Fed. Los rendimientos del Tesoro a corto y medio plazo se encuentran ahora en niveles no vistos en los últimos cinco años.

Otros factores que pueden favorecer los rendimientos

Merece la pena considerar factores que pueden respaldar los bonos como clase de activo:

• El diferencial de rendimiento entre los bonos denominados en dólares y en divisas de otros mercados desarrollados. Los inversores normalmente cubren sus posiciones en bonos estadounidenses en sus divisas locales.  A finales de 2016, el diferencial de rendimiento con divisa cubierta entre los bonos del Tesoro americano y los bonos gubernamentales japoneses se había ampliado. Y con el Banco de Japón con un objetivo de rendimiento del 0% en sus bonos gubernamentales a diez años, los inversores japoneses podrían resurgir como un importante comprador de activos estadounidenses.

• Los fondos de pensiones estadounidenses –que emplean bonos gubernamentales para gestionar sus obligaciones a largo plazo- podrían ver el reciente movimiento de rendimientos más elevados como una oportunidad para comprar renta fija. Tras el taper tantrum de 2013, cuando la Reserva Federal anunció su plan de usar el ‘tapering’ para reducir gradualmente la cantidad de dinero que estaba inyectando a la economía, las compras de bonos del Tesoro por parte de fondos de pensiones aumentaron notablemente.

• Y como nos han recordado los miembros de la Fed, los niveles actuales de tipos de interés tienen menos que hacer con las preferencias de los legisladores y más con factores globales como las tasas de ahorro, el crecimiento de la productividad, la desigualdad y la economía global. Estos factores parece que van a cambiar muy lentamente, si lo hacen.

Los mercados terminaron 2016 con una declaración de confianza respecto a la economía. Mientras los datos económicos han sido alentadores, nos mantenemos prudentes respecto a la previsión política por lo que queremos destacar que los factores externos han dado sorpresas negativas en el pasado reciente. Creemos que el apoyo de los rendimientos sirve como una oportunidad para que los inversores que buscan rentas puedan superar cualquier sorpresa que se puedan encontrar durante este año.

Algunas consideraciones para nuestras perspectivas

Aunque las previsiones de la Fed para los ajustes de tipos de interés se han vuelto más claras, la volatilidad ha aumentado en los mercados. Los mayores riesgos para nuestra actitud  cauta en crédito pueden venir de cambios bruscos al alza. La nueva Administración en Washington ha desarrollado una ambiciosa lista de propósitos que ha dado lugar a un repunte de los mercados de renta variable.

Sin embargo,  sigue sin saberse qué políticas finalmente prosperarán. Si el Congreso y el nuevo presidente ofrecen una combinación de grandes recortes fiscales, un gran programa de infraestructuras y un alivio regulatorio sustancial, entonces las compañías estadounidenses podrían encontrarse con mejores previsiones y el crédito se beneficiaría.

La otra cara, por supuesto, es que los políticos podrían obstaculizar estas propuestas. Nos preocupa que el mercado sea demasiado optimista con respecto a lo que se puede lograr –y lo rápido que las compañías sufrirán el impacto.

La política de la Fed también es opaca. Aunque el banco central estima tres subidas de tipos de interés para este año, sus proyecciones han sido más agresivas que realistas en los últimos años. Si la política monetaria se vuelve más flexible de lo que piensa el mercado, podría resultar positivo para el crédito. Sin embargo, si la Fed refuerza la política monetaria, las condiciones financieras se podrían endurecer, algo negativo para el crédito. Aunque suban los tipos de interés, la demanda extranjera de bonos estadounidenses debería seguir creciendo mientras los rendimientos fuera de EE.UU. se mantengan bajos.

En este momento, la incertidumbre para 2017 parece ensombrecer las certezas. Para nosotros, esto se traduce en cautela. A medida que las políticas monetarias y fiscales se vuelven más claras, ajustaremos nuestra estrategia en consecuencia.