¿EE.UU. o Europa? La visión contrarian de James Swanson (MFS IM)

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Foto cedida

¿Estados Unidos o Europa? ¿Qué mercado de renta variable presenta en estos momentos unas perspectivas más favorables? Actualmente, esa es una de las grandes preguntas que se plantean los inversores, también en el caso de los clientes de MFS Investment Management. Por ese motivo, la gestora ha querido que su primer evento realizado en Madrid corriese a cargo de James Swanson, director de estrategia y gestor de fondos de la entidad. Y lo hace por la visión claramente contrarian de Swanson, que plasma en la estrategia del MFS Meridian Diversified Income Fund, fondo mixto del que es responsable de realizar el asset allocation coordinando a un grupo de gestores, entre ellos William Adams, y con el que ha conseguido durante los últimos cinco años una rentabilidad anualizada del 9,2%.

En estos momentos, el 35,4% de la cartera está invertida en acciones norteamericanas. Su visión con respecto a la bolsa de EE.UU. es muy positiva. De hecho, no tiene ninguna duda de que las mejores oportunidades de inversión están en Wall Street. Lo hace enfrentándose a un consenso que apuesta claramente por Europa ante los efectos que tendrá sobre su mercado la política monetaria puesta en marcha por el BCE, la depreciación del euro, la caída del precio del petróleo y la recuperación económica. El problema, según Swanson, es que “las buenas noticias están recogidas ya en los precios. Además, los costes laborales siguen siendo altos en muchos países de Europa y el crecimiento de los beneficios no ha llegado. La competitividad de la región tampoco ha mejorado”. Descarta, eso sí, un escenario de colapso de la eurozona.

El hecho de que el S&P 500 esté en zona de máximos históricos no es, para el experto, nada que deba intimidar al inversor. “Muchos se preguntan si, con su política, la Reserva Federal ha creado una burbuja en los mercados financieros, tanto en lo que respecta a la renta fija como a la renta variable. En mi opinión, la respuesta es no. En el caso de la renta fija, la subida del precio de los bonos no es consecuencia exclusivamente de la política del banco central. También viene explicado por el ahorro mundial, que busca generalmente activos de la máxima calidad crediticia. El exceso de demanda que existe por los bonos impedirá que las tires suban. Los fundamentales de crédito siguen siendo sólidos. El high yield (26,6%) es, junto a la renta variable americana, la gran apuesta en mi cartera”.

En lo que hace referencia al mercado de renta variable, Swanson tampoco cree que los niveles actuales a los que cotiza la bolsa estadounidense sean excesivos. “Sólo habría una burbuja si fuésemos a entrar en una recesión económica y si los beneficios no creciesen. Pero no estamos en ese escenario. El riesgo de recesión en EE.UU. no lo veo. El país crece a un ritmo del 2% de manera sana ya que, al contrario de otras ocasiones, este crecimiento no viene acompañado de endeudamiento. Se teme la ralentización de su economía, pero en realidad creo que el crecimiento se acelerará. Los salarios, los datos de empleo, la demanda, la demografía… todo apunta a que su economía seguirá creciendo a un buen ritmo. El ciclo en esta ocasión es más largo de lo que lo han sido otros”, asegura.

Además del buen momento que atraviesa la economía americana, están los resultados empresariales. “El incremento del precio de las acciones ha venido por el aumento de los beneficios, no por la expansión de múltiplos. Las compañías que operan en EE.UU. lo están haciendo bien. El entorno actual les es muy favorable, ya que hace que las empresas puedan tomar prestado muy barato y obtener grandes márgenes. La economía real no va a sentir el impacto de lo que supone una subida de tipos por parte de la Fed”. En los cálculos de Swanson está que Janet Yellen aplique un primer incremento de 25 puntos básicos en los tipos el próximo mes de septiembre y otros 25 puntos básicos en la siguiente reunión de diciembre. Independientemente de esto, existen varios factores que, a juicio del experto, invitan a pensar en un futuro prometedor, sobre todo en el terreno del consumo.

“El aumento de la población obliga al país a construir 1,5 millones de nuevas viviendas al año para satisfacer la demanda, lo que impulsará al sector”. En el ámbito corporativo, destaca que “la media de antigüedad del equipamiento de las empresas es la mayor de la historia, lo que obligará a su reemplazo. Lo mismo ocurre con la media de edad de los vehículos, una industria muy importante en EE.UU.”. En el S&P 500, el 40% de las empresas son manufactureras, muchas de las cuales están volviendo a producir en el país ante los bajos precios de la energía, otro de los factores que, según Swanson, más contribuirá al impulso de la actividad. “EE.UU. tiene infraestructuras, costes laborales cayendo con respecto a otros países desarrollados y bajos costes energéticos. Es una combinación fantástica”. Tecnología, salud y financieras son sus sectores favoritos.