TRIBUNA de Raúl Fernández, director de Distribución de Amundi Iberia. Comentario patrocinado por Amundi Asset Management.
La educación es una de las cuestiones más importantes del siglo XXI. Dada su naturaleza transversal debemos aunar esfuerzos para respaldar las profundas transformaciones que ya se están produciendo y garantizar un desarrollo sostenible. Se trata, además, de un sector en alza: se estima que el mercado mundial de la educación roza los cinco billones de dólares, lo que supone el 6% del PIB anual mundial, y se espera que se duplique de aquí a 2030.
La educación desempeña una función esencial en el desarrollo humano, social y económico de los principales países desarrollados y emergentes. Además, es una de las prioridades de la comunidad internacional. En este sentido, el 4º Objetivo de Desarrollo Sostenible de la ONU, se propone “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”. Se mire como se mire, la educación es una de las palancas más potentes y una de las claves para conseguir que se cumplan casi todos los demás ODS, lo que contribuiría a acabar con la pobreza y la desigualdad y a garantizar un mejor estado de salud y mejores condiciones de vida para todos.
Por otra parte, tendencias como la digitalización, la robótica, la privatización, el crecimiento de los mercados emergentes y el auge de las clases medias apuntan hacia una profunda transformación de nuestros procesos de aprendizaje, docencia y formación a lo largo de toda la vida.
En nuestra condición de gestores de activos, somos conscientes de nuestra responsabilidad y de cómo podemos contribuir a mejorar las prácticas empresariales. Como nuestras prioridades en materia de desarrollo giran en torno a la renta variable y la inversión ESG nos proponemos crear vehículos de inversión capaces de tener un impacto social positivo y generar rentabilidad financiera.
En este contexto, surge CPR Invest – Education, un fondo de renta variable internacional que invierte en todo el ecosistema educativo, desde las primeras etapas de la educación hasta el desarrollo profesional continuo, con el objetivo de aprovechar la creciente demanda, la tendencia hacia la privatización y el notable aumento del gasto en educación a lo largo de toda la vida.
El universo de inversión del fondo se estructura en torno a tres pilares: el acceso a la educación y el entorno laboral, que incorpora las escuelas de educación primaria, secundaria; universidades; agencias de empleo gestión del talento… Se apoya en dos pilares relacionados: herramientas, contenidos educativos y los servicios que se ofrecen a los estudiantes. En este contexto los países anglosajones y los emergentes son los principales impulsores de esta temática: dos tercios del universo de inversión se concentra en EE.UU., China y Reino Unido, seguidos de Japón, Australia y Brasil.
CPR Invest – Education incorpora, además, la filosofía de inversión sostenible. Así, integramos los factores ESG en dos etapas. En primer lugar, se excluyen las empresas con las peores puntuaciones en los criterios medioambientales, sociales y de gobierno corporativo, así como en otros criterios que consideramos relevantes para la temática del fondo. En segundo lugar, aplicamos un filtro adicional que excluye a las empresas que hayan protagonizado los peores escándalos o controversias en materia de ESG.
Creemos que las dinámicas del universo de la educación, las tendencias de largo plazo que presenta la temática y nuestra filosofía de inversión responsable forman una base sólida para alinear sentido y responsabilidad con una rentabilidad atractiva.
