Edtech: El futuro de la tecnología educativa

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TRIBUNA de Rosa M. Mateus, senior manager en España del CISI (Chartered Institute of Securities and Investments).

El mercado de la educación es grande, inesperadamente grande. Estamos hablando de un valor de 4,5 billones de euros en todo el mundo, un 20% más que el del mercado global de IT. A pesar de su tamaño, el cambio ha llegado poco a poco.

En el sector de la educación, la manera de enseñar se ha mantenido estática desde hace 150 años, pero con la aparición de la era digital, los días de clases con pizarra y tiza han terminado. De hecho, muchas empresas de tecnología educativa (EdTech) han surgido en un intento de enriquecer la experiencia de enseñanza y aprendizaje a través de las soluciones de hardware y software.

Ahora, es la época de las pizarras inteligentes, los iPad, etc. El eje principal de la educación moderna se basa menos en los libros impresos y más en la tecnología móvil, la nube y las aplicaciones. La EdTech cubre el uso de la tecnología como tabletas, aplicaciones, herramientas web y medios de comunicación social con el fin de mejorar el aprendizaje. De sumo interés es el uso de plataformas que permiten la entrega completa en línea. La tendencia a la normalización y estandarización de los planes de estudio en todo el mundo, una mayor penetración de la banda ancha y los recursos de los gobiernos, hacen de éste un momento crucial para el desarrollo y las inversiones EdTech.

En los últimos años, la tecnología educativa (edtech) ha comenzado a desempeñar un papel cada vez más importante en el enriquecimiento del proceso de enseñanza aprendizaje. La edtech es relevante para todas las áreas de educación y para todos los sectores, desde la educación primaria hasta la formación superior e incluso para los sectores profesionales con los que poder seguir actualizados la praxis diaria.

Hace poco tiempo escribía sobre el asentamiento y avance del movimiento fintech, para descubrir recientemente que la inversión en edtech se prevé que alcance los 220 mil millones de euros a nivel mundial para el año 2020. Sin duda lo digital pronto será el núcleo de todos los sectores. Las oportunidades que se desprenden de la edtech para los grandes proveedores de contenidos del mundo, las instituciones educativas y para cualquier inversor que busque algo seguro, son prácticamente inacabables. Aunque haya arrancado algo tarde, la edtech tiene muchas posibilidades de llegar a ser un sector de tamaño muy considerable y extremadamente rentable.

Los inversores, dada la volatilidad de los mercados y los acontecimientos políticos globales en continuo cambio, que además en muchas ocasiones son impredecibles, huyen de mercados de riesgo sobresaturados, buscan nichos seguros y estables y se hallan proclives a apostar por la edtech que se presiente como una gran y segura oportunidad de inversión.

América del Norte es actualmente el mercado edtech más grande, con un 60% de los ingresos totales, sin embargo EMEA y APAC se prevé que crezcan más rápido entre 2012 y 2017 a una tasa compuesta anual del 24,3% y del 26,9% para llegar a 49 mil millones y 37 mil millones, respectivamente.

Los profesionales de la educación deberán convertirse en facilitadores, y ello requerirá un cambio en la manera en que se forman y en la manera de enfrentarse al alumnado, para mantenerlo comprometido e interesado. Son ya no tendencia sino realidad el uso de la mensajería en el aula (whatsapp, texto etc.), el aprovechamiento de las redes sociales, cursos en línea, libros de aprendizaje digitales, uso de datos para poder tomar mejores decisiones con el consiguiente ahorro en tiempo y dinero para todas las partes interesadas. El que las personas traigan y usen sus propios dispositivos BYOD (bring your own device) por sus siglas en inglés, facilita la entrada de la edtech en el aula.

La educación y la formación se pueden proporcionar en cualquier lugar y en cualquier momento en los nuevos formatos que son atractivos, eficaces y altamente eficientes. El verdadero cambio tiene lugar al disponer de la infraestructura para ofrecer la enseñanza y la formación a través de la banda ancha y los móviles a grandes audiencias, ayudados por la nueva nube y las plataformas como servicio. Ha llegado el momento en que la tecnología sin lugar a dudas reduce barreras.