EDR Sicav Euro Sustainable Growth: la estrategia de este fondo consistente y sostenible de bolsa europea, al detalle

Jean-Philippe Desmartin (Edmond de Rothschild AM)
Foto cedida

El EDR Sicav Euro Sustainable Growth es un fondo de renta variable sostenible con Sello FundsPeople 2020, con la calificación Consistente. El producto tiene por objetivo obtener una rentabilidad superior a la de su índice de referencia invirtiendo en compañías de la eurozona, aunando la rentabilidad financiera y la adopción de una política que tenga como objetivo respetar los criterios de desarrollo sostenible. Para que una empresa pueda entrar en cartera ésta debe adoptar una política que cumpla con criterios sostenibles. Tan es así que el 100% de las posiciones de la cartera tienen una calificación ESG comprendida entre A y AAA.

El fondo está dirigido a inversores que buscan un enfoque de selección ESG con alta selectividad y centrado en valores de calidad. El hecho de estar centrado en la calidad no significa tener un sesgo de crecimiento. Disponen de la posibilidad de adaptarse a las diferentes fases del ciclo. Las empresas en las que invierten ofrecen soluciones a los problemas del desarrollo sostenible. Para ello, adoptan enfoque de best in universe, dentro de su análisis interno de ESG. En este sentido, buscan compañías con crecimiento estructural y riesgo bajo.

El fondo funciona con una metodología propia que han patentado, la cual integra los criterios ESG mediante un rating interno poniendo especial énfasis en cuestiones sociales, medioambientales y de buen gobierno. “Nuestro objetivo es lograr un equilibrio entre los tres factores en vez de centrarnos únicamente en uno. Centramos nuestras inversiones en las acciones de la eurozona, incluyendo las de mediana capitalización. Esto nos permite capitalizar en un segmento que todavía ofrece una amplia gama de oportunidades”, explica Jean-Philippe Desmartin, gestor del fondo. Generalmente, las compañías que eligen para el fondo se encuentran en una de dos categorías.

“O bien proporcionan soluciones sostenibles, por ejemplo, en términos de reciclaje, energías renovables o eficiencia energética, o bien demuestran buenas prácticas de responsabilidad social corporativa (RSC), como sería el caso de las compañías de seguros. Somos muy selectivos en cuanto a las empresas en las que invertimos y eliminamos un mínimo del 40% del universo de inversión. Para el fondo hay dos tipos de actores: los Innovative Companies, que se benefician de los impulsores a largo plazo en términos de sostenibilidad (eficiencia energética, salud...) a través de sus modelos de negocios y los tradicionales que tienen un buen desempeño en términos de criterios ESG. Los ganadores del mañana. Y, por otro lado, los early adopters, compañías líderes en su segmento, que son pioneras en la implantación de estrategias ISR, que tienen un market share importante y en las que un nuevo producto o solución debe representar más de un 15% de las ventas”, revela.

Según Desmartin, los inversores están pasando por un período de mucha volatilidad en el mercado, y sin precedentes para la economía mundial. En su opinión, reinvertir en estrategias europeas activas tiene mucho sentido en este momento. “La crisis ha creado una gran cantidad de incertidumbres, pero también ha servido para recordar que debemos construir un mundo más resistente, donde el desarrollo sostenible tenga un mayor peso. Estamos convencidos de que la ISR se va a acelerar. Ya hay catalizadores claros como la evidencia de que el calentamiento global aumenta cada año. La transición climática, los enormes desafíos económicos y sociales, así como la percepción general de que todos vivimos en un mundo frágil el cual debemos cuidar, pondrán de relieve nuevos riesgos y crearán nuevas oportunidades. La ISR estará a la vanguardia de la detección de estas nuevas pautas y de la canalización de las inversiones hacia empresas con modelos de negocio sostenibles y que sean parte de la solución”.

A su juicio, el grado en que esto se produzca y el impacto económico real que se logre dependerá de la rapidez y la convicción con que los propietarios de los activos y los gestores de los mismos actúen. “Gracias a la mejora del acceso a los datos y a los avances en la metodología, el mundo de las inversiones debería poder, en los próximos años, medir y pilotar mejor el impacto social y ambiental de sus inversiones. No queda tiempo para la autocomplacencia y el greenwashing. En Edmond de Rothschild Asset Management estamos convencidos de que estamos bien posicionados como una gestora de activos con una capacidad de investigación profunda en materia de ESG, para identificar y apoyar a las empresas capaces de marcar la diferencia en el mundo del mañana”.

De hecho, han visto una demanda creciente entre los inversores que quieren capitalizar específicamente las oportunidades sostenibles. “Este desarrollo se apoya en el fuerte apoyo de nuestros accionistas y altos directivos que están totalmente en línea con nuestros objetivos de inversión socialmente responsable. Nuestro objetivo es simple: queremos tomar decisiones de inversión que beneficien tanto a nuestros inversores como al medio ambiente y al conjunto de la sociedad. Actualmente, contamos con tres fondos de ISR que cubren en renta fija, renta variable y los convertibles, y a lo largo de este año 2020 vamos a duplicar nuestra gama de productos de ISR”, concluye.