DWS sobrepondera renta variable con sesgo value y exposición a emergentes

Tras el shock griego, empiezan a tomar forma otras tendencias que captarán la atención de los inversores durante los próximos meses, cuya consecuencia es el traspaso de poder hacia los mercados emergentes. Según un informe de DWS Investments, gestora de fondos de Deutsche Bank, la crisis de endeudamiento de los países está acelerando ese movimiento hacia países menos endeudados y evitando el final de la política monetaria expansionista, lo que hará que continúe un entorno de tipos de interés bajo que seguirá favoreciendo a la renta variable. “Durante los últimos 12 meses, el sentimiento de mercado ha mejorado y la gestión de fondos de renta variable de la casa ha aumentado su exposición al mercado”, señala el informe.

De hecho, según Klaus Kaldemorgen y Asoka Wöhrmann, responsables de renta variable y renta fija internacional respectivamente, “el segundo trimestre del año está comenzando del mismo modo en que finalizó el primero: las acciones permanecen tácticamente sobreponderadas”. Dentro de este activo, desde DWS apuestan por EEUU y Japón como principales áreas geográficas, y por acciones de gran capitalización, con rendimiento de dividendos superior a la media, sesgo value y pertenecientes a sectores defensivos.

“Los conglomerados han hecho sus deberes y reducido costes, lo que les permite volver a obtener beneficios, reducir su endeudamiento, realizar adquisiciones y obtener dividendos, razones por las que el objetivo de la gestora centrado en acciones de valor ha ganado atractivo”. DWS también advierte de que no se debe “confundir la sustancia con el tamaño, pues muchas pequeñas y medianas empresas brillan en la actualidad gracias a sus elevados flujos de efectivo”, especialmente aquellas con negocio exportador a los mercados emergentes. En cuanto a sectores, los valores financieros están celebrando un pequeño retorno a sus carteras, pese a su infraponderación debido a la fuerte presencia en el índice, así como el sector industrial estadounidense y las farmacéuticas, frente a la precaución hacia los valores energéticos, especialmente en el mercado del gas.

Con respecto a los bonos, la gestora ha aumentado la presencia de bonos del tesoro desde el 40% al 50%, de bonos convertibles (hasta el 3%) y retrocedido su exposición a bonos cubiertos, del 20% al 7%, así como reducido el vencimiento desde cuatro a tres años. En bonos soberanos, la gestora apostó por bonos griegos e irlandeses, si bien advierte del riesgo, y centra su interés en el crédito emergente, debido a las escasas quiebras y los mejores resultados que sus equivalentes industrializados. “Las firmas de esos mercados resultan populares para DWS ya que ofrecen atractivas primas de riesgo”, asegura.