Deuda pública española o italiana, ¿cuál es más atractiva?

Cucharas
Gloria García, Flickr, Creative Commons

Las comparaciones entre España e Italia han sido algo constante. Y durante los últimos meses, aún más si cabe. Según Amundi, “parece claro que la situación en la que se encuentra Italia es mucho mejor que la de España, país sólo tendrá una ventaja clara sobre su comparado cuando solicite ayuda a Europa”. Pero, ¿qué deuda resulta más interesante de cara al inversor? Para la gestora, “el atractivo de la deuda transalpina a largo plazo supera al de la española por la mayor solvencia itálica”. Ni siquiera la deuda a corto plazo de España le ganaría la partida a la de Italia ya que, aunque ésta pudiera resultar seductora cuando el BCE intervenga en su mercado, “el efecto también tendría un indudable efecto sobre los precios de los bonos transalpinos a corto plazo”.

En un informe publicado por la entidad francesa en el que compara la situación en la que se encuentran ambos países, Amundi señala que “el nivel de deuda indica que Italia no está encontrando dificultades para gestionar su deuda y sus finanzas públicas. El problema es su elevado volumen, ya que para ser financiada se requieren elevados volúmenes cada año, que incrementan los riesgos de liquidez. En España, por el contrario, la preocupación se centra en la tendencia, con un ratio de deuda respecto al PIB que, en los últimos cuatro años, se ha doblado y sigue creciendo a medida que las perspectivas de crecimiento para su economía se deterioran, explican los expertos de la gestora.

En términos de competitividad, en Amundi destacan que en ambas economías se ha producido significativas mejoras. “A pesar de que las medidas de austeridad han pesado mucho sobre el crecimiento, el empleo y los salarios, han permitido la recuperación de la competitividad de algunos países”, indican. En este sentido, observan que, comparativamente con otros países, la tendencia es muy positiva tanto para España como para Italia. “Sin embargo, en el caso español la balanza comercial sigue siendo negativa, mientras que Italia, en la misma situación, disfruta de una balanza comercial positiva”, señalan desde la entidad.

En lo que respecta a la deuda de los hogares, Italia es de lejos el líder europeo en disciplina presupuestaria. Mientras los tipos de interés eran atractivos, su austeridad estructural permitió al país evitar un sobreendeudamiento de las familias, hasta el punto de que la deuda de los hogares italianos es hoy la menor de toda Europa. En España, las familias se vieron influenciadas por las pronunciadas caídas de los tipos de interés a raíz de los efectos de la Unión Monetaria, lo que provocó un cambio de comportamiento en el consumo. No obstante, existen otros factores que sitúan a España en una clara posición de debilidad en comparación con la situación que se vive en Italia.

Los puntos débiles de España que inclinan la balanza a favor de Italia

En términos de desapalancamiento, por ejemplo, Amundi cree que España está mal situada. “Las comunidades autónomas son responsables de dos tercios del aumento de la deuda pública española, con la sanidad y la educación absorbiendo el 75% del presupuesto”. En 20 años, el peso de la deuda de las regiones en el total ha pasado del 4% al 20%. “El ciclo de desapalancamiento en la escala es mayor y se verá acompañado por la austeridad presupuestaria y fiscal, factores que pesan directamente en el crecimiento económico y el empleo”. Tampoco ayuda el hecho de que el mercado inmobiliario español no haya tocado fondo, con una caída hasta ahora de los precios del 30%, frente al 50% en Estados Unidos, del 40% en Irlanda o del 35% en Reino Unido.

La huida de los inversores extranjeros del mercado de deuda ha sido otro factor que pasó factura a España. “Se produjo una gradual pero significativa salida de capitales de la inversión extranjera en deuda pública periférica, una tendencia que se dejó sentir con especial intensidad en España”. Según los datos en los que se apoya Amundi, el porcentaje de deuda española en manos de inversores no residentes cayó casi 20 puntos, al pasar del 53% al 34%. En Italia, sin embargo, la reducción fue inferior (de ocho puntos), al pasar del 43% al 35%.

En términos de credibilidad, España también saldría perdiendo frente a Italia. “En este aspecto, a España aún le queda un largo camino que recorrer. De hecho, la credibilidad relativa entre ambos países se inclina claramente hacia Italia, lo que se evidencia en el mayor escepticismo de los inversores hacia España y la mayor capacidad que tiene el Estado italiano para financiarse”. Pese a todo, considerando su nivel de deuda, los expertos de Amundi recuerdan que las necesidades de financiación para Italia siguen siendo más elevadas que para España.

El impacto social de las medidas de austeridad han tenido diferentes consecuencias en ambos países. “En España, hemos visto graves tensiones sociales y un cuestionamiento de las políticas económicas del Gobierno. En Italia, sin embargo, parece que se han librado de este malestar. En España, la reacción hacia las reformas en pensiones, sanidad, gasto en educación y, por supuesto, el mercado laboral sigue siendo muy hostil, mientras que en Italia, aún a pesar de que la tasa de desempleo se ha elevado hasta el 10%, las medidas adoptadas han recibido un mayor apoyo ciudadano. Con todo ello, “la estabilidad política en Italia es mayor que en España”, concluye la gestora.