¿Deflación, reflación o estanflación? Pronósticos de Amundi para 2015

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P4nc0np4n, Flickr, Creative Commons

La búsqueda de rentabilidad y la compresión de diferenciales, la debilidad de la recuperación económica europea, la mejora de salud de algunas economías periféricas y las divergencias entre países de la zona euro y entre la zona euro y EE.UU. y Asia han sido las principales tendencias que se han desarrollado a lo largo de este 2014 en el Viejo Continente. Ahora bien, ninguna ha contribuido a despejar por completo los temores de deflación al estilo japonés. 

Es por ello que los expertos de Amundi han indagado en un profundo estudio que queda recogido en el último informe Cross Asset de la entidad sobre la posible evolución del coste de la vida en 2015. A continuación, se ofrecen los tres escenarios a los que han acotado desde la firma francesa la evolución de la inflación. Pero antes, una advertencia: “Para 2015 y más allá, deberíamos mantener en mente que el peligro de una deflación extendida por la eurozona no ha terminado, y que el crecimiento vuelve a ser un factor de peso en la valoración de activos de riesgo. No hay manera de evitar hablar sobre una situación de estanflación, y las estrategias para salir de ella (QE, reformas) tienen grandes consecuencias sobre clases de activo que varían dependiendo de si estas reformas dan como resultado nuevos resultados o no”. 

Desde la gestora francesa afirman sin tapujos que “la política monetaria convencional sigue siento relativamente inefectiva (especialmente en Japón y la eurozona), lo que está llevando a los observadores a creer que la eurozona es el nuevo Japón”. En estas condiciones, los expertos creen que el BCE ha entrado definitivamente en un largo periodo de tipos bajos e inyecciones de liquidez. No obstante, también piensan que la Fed va a tardar en empezar a subir los tipos, y entre tanto en este clima de bajos tipos de interés los diferenciales siguen cayendo por la búsqueda de rentabilidad, por lo que vaticinan que el debate sobre la revaloración de activos se desarrollará más en los próximos meses. 

Inflación: escenario central

El escenario central que manejan en Amundi, al que asignan un 65% de posibilidades, es que el crecimiento global seguirá siendo “relativamente fuerte”, pero el de la eurozona permanecerá débil, con la amenaza de deflación acechando y obligando al BCE a adoptar políticas expansivas. En este contexto, desde la firma creen que “una depreciación mayor del euro es inevitable”. Por otra parte, consideran que “las políticas económicas están cambiando algo, pero acelerar la recuperación económica llevará tiempo”. 

Por tanto, el escenario central para 2015 prevé la aparición de políticas de reflación en un entorno de bajo crecimiento en Europa. En opinión de los expertos, se evitará otra crisis, pero tendrá que pagar como precio el repunte de la volatilidad. Y aún así, no se evitará el avance de la convergencia económica y la desfragmentación financiera. La parte positiva viene de la mano de la depreciación del euro, que será un factor de apoyo para la renta variable europea. Además, la rentabilidad por dividendo superará en términos históricos y de forma sistemática a la de Japón y Estados Unidos.  

¿Qué planes tienen para la Fed? Desde Amundi contemplan como posibilidad más plausible que la institución que preside Janet Yellen “mantendrá una política monetaria laxa, pero las curvas de rentabilidad futura se empinarán en la segunda parte del año”. 

Los expertos de la gestora francesa se despiden con una advertencia: “A pesar de esto, debemos señalar que en un entorno de tipos muy bajos y volatilidad más alta, mantener duración larga en los países del núcleo de Europa no ofrecerá protección frente a sacudidas de las bolsas. Esta límite de cobertura macro generará en sí misma más volatilidad”. 

Segundo escenario: Japón, 1990

El escenario intermedio, con un 30% de probabilidades, es que se produzca una deflación similar a la que sufrió Japón en 1990, lo que traería de vuelta otra recesión. Los diferenciales de crédito se deteriorarían, tanto los corporativos como los de la deuda soberana. Entre tanto, la renta variable probablemente sufriría por el empeoramiento de las perspectivas de crecimiento, provocando un incremento de la volatilidad y deteriorando las perspectivas de beneficios. 

Tercer escenario: normalización

El escenario más improbable para los expertos de Amundi (con sólo un 5% de posibilidades de que se materialice) sería el de normalización monetaria. “Incluso aunque el crecimiento avance terreno, es imposible bajo las condiciones actuales creer en cualquier tipo de normalización, de políticas monetarias o de tipos de interés, o incluso de una revisión potencial del crecimiento al alza”, estiman. A esto añaden desde la firma, a modo de corolario, que “es imposible creer que sucediera tal escenario sin pasar primero por nuestro escenario central, que enfatiza el rol jugado por los bancos centrales y políticos”.