Decidida apuesta por las estrategias de retorno absoluto para 2010

Las estrategias menos direccionales son las favoritas de Bertrand de Montauzon, director general y miembro del Consejo de Administración de Epsilon Gestión Alternativa SGIIC, para los próximos 18 meses. El experto, último ponente del ciclo de conferencias sobre gestión alternativa de Tressis, habló sobre multiestrategias. “Elegir una sola puede ser muy arriesgado pero es importante saber gestionar y pasar de una a otra”, afirmó, decantándose, por orden de preferencia, por global macro discrecional, long short de crédito, macro sistemático y long short de acciones, así como distressed en crédito, para sacar el máximo partido a los mercados.

“Es el momento de apostar por estrategias menos direccionales, tanto en crédito como en acciones”, frente a un 2009 en el que triunfaron las posiciones contrarias y en el que ya se hizo todo el dinero fácil. “Ahora los mercados empezarán a castigar lo malo y a premiar lo bueno, incluso dentro del mismo sector, y por ello la selección será clave”, señaló, indicando que hay oportunidades especialmente en bolsa estadounidense, frente a la prudencia en los mercados emergentes, de los que asegura estar fuera por su menor liquidez, porque no están baratos como antes y por encontrarse en un ciclo económico distinto.

Dentro de las estrategias macro, prefiere la discrecional, con un peso de entre el 6% y el-8% en la cartera del fondo de fondos BrighGate Abolute Return, a la sistemática, que funcionó muy bien en 2008 pero flojea en mercados más complejos. “Ahora que vuelven a funcionar los fundamentales, la mente da mejores resultados que la máquina”, afirma. Las estrategias global macro han disminuido su peso con respecto a 1990 (representaban el 70% de las carteras) debido a que el talento es escaso. Aun así, es la única estrategia que nunca ha cerrado un año en negativo gracias a su flexibilidad.

Bertrand de Montauzon hizo también hincapié en la importancia del gestor debido a la dispersión existente en estrategias como long short equity. “Es un negocio de pocos gestores buenos y de pelo gris, porque de 9.000 sólo 300 tienen algo que aportar”, afirmó. Por eso cree que habrá muchos muertos en el camino o muchas fusiones. “El 68% de fondos de la industria tiene menos de 7 años, con lo que no vivieron en mercado bajista de 2001, y ahora este panorama supone un problema para fondos que han ido bien con mercado direccional, apalancados con dinero barato, y que en vez de crear alfa empaquetaron beta. Pero ahora les ha llegado la hora de la verdad”, afirmó.

Montauzon se mostró crítico con las conversiones a formato UCITS, debido a las escasas estrategias que aceptan la migración y recordó que no garantizan mayor seguridad. “Cada producto es lo que es: hay que distinguir un hedge de productos muy líquidos, pues muchas estrategias requieren poca liquidez. En la inversión alternativa la liquidez no debe ser prioritaria porque sacrificaríamos retornos y porque el tiempo juega a favor del inversor: nadie recoge frutos a tres meses”, aseguró, explicando que los UCITS son más para público minorista, mientras los que están entrando en el mercado de hedge funds son institucionales, especialmente fondos de pensiones (entre ellos, el de la ONU) o fondos soberanos.

Además, y aunque cree que supondrá problemas para fondos pequeños por el aumento de costes, cree que la nueva regulación que limitará el apalancamiento no impedirá trabajar y considera positivas las prohibiciones a los bancos en EEUU. “Es necesario frenar a las mesas de tesorería de los bancos que juegan a ser hedge funds, porque no pueden ser salvados por dinero público”, aseguró. Además, criticó la politización del tema en Francia y Alemania, y defendió a la industria de las acusaciones de atacar la deuda griego y el euro. “Hay una fuerte esquizofrenia en este sentido, pero no son las posiciones cortas las que presionan a la baja, sino las ventas de los clientes institucionales, contando además con que los hedge funds no tienen tamaño suficiente para manipular un mercado e incluso muchos compraron deuda griega”, aseguró. El futuro, para él, está en los fondos de fondos y las carteras segregadas a medida.

Para finalizar, Tressis recordó la escasa madurez del mercado español en gestión alternativa, pues “seguimos viéndola como un activo más en vez de considerarla otra forma de gestionar los activos tradicionales”.