De hecho, esta experta asegura sentirse impresionada por el fuerte auge que ha experimentado este mercado a lo largo de la última década, a pesar de los importantes contratiempos políticos, económicos y sociales que han tenido lugar. En este sentido, Furh contrapone el importante incremento patrimonial que ha registrado esta industria en 2011 frente al retroceso que han sufrido los fondos de inversión tradicionales. Pone, como ejemplo, la alta popularidad que estos productos han alcanzado en mercados que atraviesan un entorno desfavorable, como el europeo, donde los ETF que replican la evolución del Dax han ganado mucho peso.
Y es que, tal y como han venido asegurando algunos expertos, los inversores se están viendo atraídos por las ventajas que supone entrar en el mercado a través de estos vehículos de inversión, a pesar de que algunos organismos supervisores siguen considerando necesaria una mayor supervisión de los fondos cotizados.
Otra cuestión es el uso de ETF de réplica física o sintética. Aunque Fuhr considera que ambos ofrecen el mismo servicio, a la hora de elegir, conviene tener muy presente el sentimiento del cliente. “Una vez llegado a este punto, la misión del gestor debe ser la de tratar de entender cuál es el que mejor se adapta al perfil del inversor”, asegura la experta. Pese a ello, reconoce que los cambios regulatorios han llevado a muchos inversores a preferir los ETF de réplica física.