¿Debo cambiar mi posicionamiento estratégico en renta variable tras la victoria de Trump?

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B00nj, Flickr, Creative Commons

En los días previos a las elecciones en EE.UU., el S&P 500 experimentó una de las rachas bajistas más prolongadas de su historia, al encadenar nueve sesiones consecutivas a la baja. Sin embargo, el índice no sólo se ha recuperado, sino que tras la victoria de Donald Trump ha subido hasta batir nuevos máximos históricos. El Dow Jones también ha emulado esta tendencia.

En cambio, las bolsas europeas han recibido la noticia con bajas más o menos pronunciadas que se han extendido por índices como el EuroStoxx 50, el Ibex 35 o el Dax 30, mientras que otros parqués han seguido reflejando sus propios riesgos idiosincráticos, como han sido los casos del británico Ftse 100 (muchos inversores han interpretado el resultado electoral en EE.UU. como una suerte de reválida del Brexit) o el Ftse Mib italiano, aquejado por los temores de los inversores a un nuevo evento de riesgo político por la próxima celebración de un referéndum constitucional en el país. Este repunte de volatilidad plantea varias preguntas a los inversores en renta variable, como ya lo ha hecho a los de renta fija: ¿Han recuperado atractivo las valoraciones? ¿Están más definidos los sectores ganadores y perdedores? ¿Debo reposicionar mi cartera?

Mark Glazener, responsable de renta variable global de Robeco, recuerda que la renta variable estadounidense presentaba unas valoraciones ajustadas en la antesala en la antesala a las elecciones. Además, no constata motores significativos de crecimiento en el futuro basándose en la disparidad de los datos macro que apuntan los indicadores de confianza empresarial del país: “En EE.UU., el índice PMI manufacturero del ISM cayó por debajo de 50 en agosto y después se ha recuperado sin tomar una dirección clara”, detalla.

En este contexto, la recomendación del experto es clara: “A corto plazo, una posición defensiva será ganadora”. Son varios los factores que le llevan a razonar de esta maneran: “El sector de atención sanitaria dará un suspiro de alivio, al descartarse los planes de Clinton sobre los precios de los medicamentos. Trump ha prometido grandes gastos en infraestructuras, por lo que las constructoras saldrán beneficiadas. El gran interrogante es qué hará el sector financiero”.

Desde BlackRock, el jefe global de estrategia Richard Turnill también se muestra directo: “Vemos la renta variable como atractiva, pero esperamos retornos inferiores de aquí en adelante, en medio de la incertidumbre política al alza”. Sin embargo, y a diferencia de Robeco, la expectativa de la gestora es que se comporten mejor que la media del mercado los valores cíclicos y con sesgo value, “particularmente los financieros y las mineras”, y que “las farmacéuticas salgan beneficiadas durante la administración Trump”.

Cormac Weldon, jefe del equipo de renta variable estadounidense de Artemis, coincide en el enfoque sobre las farmacéuticas: “Somos cada vez más cautelosos sobre los sectores farmacéutico y de salud, debido a la intención de Trump de derogar Obamacare”. En este contexto, Weldon afirma no estar de acuerdo con el rally actual de las farmacéuticas, y explica por qué: “El mayor comprador de esos medicamentos es Medicare. Como negociador nato, Trump probablemente intentará y conseguirá un acuerdo mejor. Por lo que esperamos presión sobre los precios”.

Dicho esto, el gestor muestra una postura más optimista con las empresas cíclicas locales: “Una de las beneficiarias debería ser Swift Transportation, una de nuestras posiciones y una de las mayores compañías de transporte de EE.UU.”. A esto añade que “las empresas de infraestructura y defensa también deberían hacerlo bien con una presidencia de Trump”, y en este sentido destaca la inversión de Artemis en Lockheed Martin.

En último lugar, Weldon piensa que el presidente electo sí será capaz de cumplir con sus promesas sobre ajustes fiscales, lo que podría tener un impacto especialmente relevante para las tecnológicas estadounidenses porque “podría causar que las compañías se trajeran de vuelta algo del efectivo que tienen en el extranjero”, algo que no considera negativo.

Distintos enfoques, distintas soluciones

Las boutiques especializadas en renta variable que forman parte de Legg Mason Global AM aportan varios puntos de vista que también pueden servir como guía a los inversores, dependiendo de su enfoque hacia la clase de activo. Por ejemplo, los expertos de ClearBridge – especializada en renta variable estadounidense y global- afirman que “durante el último año y medio, nuestras perspectivas de rentabilidad para la renta variable han sido modestas, principalmente debido a la combinación de un crecimiento anémico y de elevadas valoraciones”. Su solución en este contexto ha sido “mantener un enfoque diversificado en todas nuestras carteras, priorizando aquellas empresas con políticas de asignación del capital favorables para los accionistas, es lo más prudente ahora que nos adentramos en un nuevo ciclo presidencial”.

Desde Royce, también especializada en valores estadounidenses, pero de pequeña capitalización, indican que su enfoque se va a centrar más bien en “comprar de forma selectiva en los casos en que se produzcan ventas de empresas sólidas motivadas por el pánico, que nos brinden la oportunidad de entrar a buen precio en empresas que nos parecen interesantes”. 

En QS Investors, la filial de Legg Mason especializada en renta variable cuantitativa, se fijan en una paradoja cada vez más clara: por una parte, la incertidumbre acerca de las condiciones económicas y políticas está aumentando la volatilidad; por otra, “la necesidad de ingresos y crecimiento para responder a los desafíos de los inversores nunca ha sido mayor”. En este contexto, en la firma creen que “priorizar las empresas de calidad que distribuyen dividendos y presentan un reducido nivel de volatilidad puede ser una solución”. El argumento que esgrimen es que “este tipo de estrategia puede brindar una mayor protección frente las caídas motivadas por las reacciones desfavorables del mercado, y ofrecer al mismo tiempo rentas estables y la oportunidad de beneficiarse de las evoluciones al alza del mercado”.