De la euforia a la inquietud y la incertidumbre en apenas nueve horas

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La línea de crédito de hasta 100.000 millones de euros abierta por la UE a España para sanear su sistema financiero tuvo a primera hora un efecto balsámico en el mercado español. El Ibex 35 registraba una fuerte subida del más del 5% que conducía al índice selectivo por encima de los 6.900 puntos, mientras que la prima de riesgo se relaja hasta los 465 puntos básicos. Sin embargo, a medida que transcurría el día, la euforia se iba tornando en preocupación y el diferencial entre el bono español a 10 años y el bund alemán volvía a situarse por encima de los 500 puntos básicos (cerraba en 521 puntos básicos). El Ibex 35, por su parte, terminaba la sesión con una nueva caída de medio punto porcentual.

Pese a todo, los analistas coinciden en que la solución encontrada es la salida menos mala que le quedaba a España. Entre los expertos que así lo piensan está Natalia Aguirre, directora de Análisis y Estrategia de Renta 4. “No es un rescate al país, sino un rescate a las entidades financieras con problemas. La mayor parte del sector está sano y tiene la capacidad de afrontar el actual escenario sin ayuda”, afirma. En este sentido, la experta cree que a España no se le puede reprochar nada en cuanto a su compromiso con las reformas, ya que “la dirección seguida por el Gobierno en la línea de tratar de arreglar los problemas es clarísima”.

En su opinión, la favorable reacción mostrada hoy por el mercado español se debe fundamentalmente al cierre de posiciones cortas. “Esto debería permitir ir recuperando paulatinamente la confianza de los inversores de cara al medio plazo al haber sido capaces de evitar el peor escenario posible, que es la quiebra del país”, asegura. Y es que, en el más estricto corto plazo, la preocupación de los inversores se centrará en el resultado de las elecciones griegas, unos comicios que tienen la capacidad de desestabilizar nuevamente los mercados.

Otro de los analistas que consideran que el acuerdo alcanzado con la UE es “dadas las circunstancias, lo mejor que se podía conseguir” es Nicolás López, director de Análisis de M&G Valores. “El acuerdo es positivo, aunque no resuelve los problemas: la cuestión fundamental es que la economía española sea capaz de volver a crecer”. Este punto de incertidumbre es el que hace que, si las cosas no mejoran en los próximos meses, el país pueda ser nuevamente puesto en la picota. Por lo pronto, López entiende que este acuerdo hace que la salida de capitales del país se frene y que el sistema financiero disponga de más dinero para prestar. “Con esto España gana tiempo”, afirma.

Según Daniel Pingarrón, estratega de Mercados de IG Markets, “la solución a la que se ha llegado es sin lugar a dudas la mejor de las posibles. España necesitaba recapitalizar los bancos sí o sí y hasta que esto no ocurriese no se iba a recuperar la confianza”. Para hacerlo, se ha optado por la opción más barata, asegura el experto. Las otras dos hubiesen sido dramáticas. La primera hubiese sido colocar deuda a un interés más alto y, por lo tanto, provocar un nuevo aumento de la prima de riesgo española que pondría en serio peligro la estabilidad del país. Y, la segunda, pedir un rescate global que le hiciese perder a España su soberanía en materia económica.

Para Ignacio Cantos, director de Inversiones de Atlas Capital, “esto es una solución intermedia; a lo mejor la única que hay”. A su juicio, “la solución en sí no es mala, ya que las entidades financieras no tendrán que salir al mercado y, por consiguiente, les será más fácil prestar”. No obstante, Cantos no tiene tan claro que este dinero vaya a abrir el grifo del crédito. Pero, ¿quién podría ser el receptor de dichas ayudas? Según este experto, esto dependerá de cuáles sean los criterios que exija el Gobierno. De este modo, si los requisitos se endurecen, es muy posible que no sólo las antiguas cajas de ahorro necesiten ser ayudadas.

En el caso de las entidades que sean intervenidas, la dilución no sería un factor a tener en cuenta. Al menos para Fernando Hernández, director de Gestión de Inversis Banco. "Se trata de una noticia muy positiva tanto para el mercado como para el sector financiero, salvo para las entidades que hipotéticamente recibirían ayuda, que podrían sufrir dilución, aunque el castigo sufrido ya es de tal calibre que estaría descontado", asevera. A su entender, se mejoran las condiciones, aunque faltan aún varios acontecimientos importantes, entre las que Hernández destaca el que Europa siente las bases de la tan debatida unión bancaria, que se pongan encima de la mesa los proyectos de política fiscal común o conocer el resultado de las elecciones griegas.

El Tesoro español no varía el calendario de emisiones

Por su parte, en una nota a los inversores, el Tesoro refrenda su compromiso con el mercado de capitales y asegura que continuará ejecutando su programa de financiación con su calendario habitual de subastas. Además, al igual que hicieron De Guindos y Rajoy durante el fin de semana, insiste en que el Gobierno cumplirá su programa de consolidación fiscal y reformas estructurales que ha merecido la confianza de sus socios europeos.