De Atapuerca al bitcoin

Nuevo post del blog de María Folqué y Montserrat Formoso de Funds People.

Ahora que se ha secuenciado el genoma mitocondrial del ADN del homínido más antiguo conocido, nos surgen dudas. No tanto sobre si entre neandertales y otras especies hubo tema en Atapuerca, que nosotras somos tirando a comprensivas con la vida sentimental de nuestros antepasados, y en Burgos hace mucho frío, como sobre la evolución del homo economicus al hombre del cártel. El caso es que de aquel homo economicus de las escuelas de Viena y Chicago, ese modelo de racionalidad que siempre maximiza su utilidad, elige razonablemente, no cambia mucho de preferencias y no necesita ninguna regulación porque vive en un mercado que se las apaña sólo, hemos pasado al hombre del cártel. Puede ser que hayan convivido, pero empezamos a sospechar que el primero nunca existió.

Del segundo hay pruebas sobradas. Se sabe que la especie trabajaba en Deutsche Bank, Societé Generale, JP Morgan, Citi, RBS y RP Martin, pero también en Barclays, ICAP, HSBC, UBS y Rabobank entre otros. También se sabe que eran dados a colaborar y a comunicarse para manipular el Euribor, el Libor y el Tibor. “Hoy necesito un tipo a mes más bajo pero más alto a 3 meses”. “Hecho”. Está claro que siempre empezamos siendo súper liberales pero que dentro de nosotros vive un aspirante a oligopolio con el secreto sueño de acabar en monopolio. Y si no ¿qué fue de los neandertales y del resto de la parentela? ¿Les caería una multa del comisario Almunia de la época? Ven, son todo dudas.

Si usted es de los que miran a futuro, y aún así sigue siendo súper capitalista, pero con dudas, este otro tema de actualidad es para usted. El bitcoin, inversión o especulación, he ahí la cuestión. Con una revalorización de un 5.000% en lo que va de año, y una cotización que ha superado el precio de la onza de oro, bien se merece un post.

El bitcoin nació en 2008 como un reto informático con aspiraciones idealistas, algo así como “liberación del sistema capitalista de su propio yugo capitalista”. Se entiende así el apetito desatado en plena tormenta de los depósitos chipriotas. A día de hoy aspira a convertirse en medio de pago generalmente aceptado, lo cual es en sí mismo un pleonasmo, ya que sólo funcionará como “moneda” si todo el mundo lo acepta en sus transacciones, es decir, si todo el mundo confía en que podrá pagar con los bitcoins que ha cobrado. De momento, su transparencia descansa, dicen los expertos, en la formulación matemática que hay detrás. Ello puede suponer un lastre para que triunfe en España, si atendemos a PISA.

Dado que el bitcoin carece de valor fundamental y su oferta es constante y limitada, su cotización y volatilidad responden únicamente a la demanda. Su fortaleza está en ser medio de pago directo, sin intermediarios y a coste cero: esto sí es un adiós a las comisiones. Su uso se está extendiendo, y más allá del impacto mediático de los gemelos Tyler and Cameron Winklevoss, entre otros, uno puede irse a Kreuzberg, barrio al sur de Berlín donde emplean sólo bitcoins como medio de pago.

¿Qué futuro depara al bitcoin? No sabemos si terminará en algún Atapuerca cibernético, pero de momento las apuestas son tan drásticas que en la asociación de ideas “burbuja” y “especulación” van de su mano. Su futuro estará determinado por la intervención de los gobiernos, ya que su uso ni está supervisado ni es posible rastrearlo. Vía libre para el blanqueamiento de capitales o la financiación de actividades ilícitas (tráfico de drogas, armas, pedofilia, etc.). De hecho, el cierre The Silk Road –mercado negro on-line- hizo que la popularidad del bitcoin se incrementase. Y no porque fuese usado como medio de pago (en un primer momento se desplomó su cotización), sino porque los agentes del FBI no supieron cómo confiscar los 600.000 bitcoins (por entonces 55 millones de euros, hoy unos 480 millones) que el fundador del portal guardaba en su monedero electrónico protegido con una clave secreta. Las transacciones en bitcoin son anónimas e irrastreables.

En medio de esta fiebre destaca China, donde el mes pasado tuvieron lugar un tercio de las transacciones Bitcoin mundiales, convirtiendo a BTCChina en el mayor intercambio bitcoin del mundo por volumen de operaciones.

Y después de empezar con Atapuerca y con el homo economicus llega ahora el homo venezolanus recordándonos el lado salvaje de la Navidad. Les dejamos con este documento enviado por un atento lector. 

 

Buena semana.