¿Dará 2019 un respiro a los inversores?

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Cedida por ODDO BHF AM

TRIBUNA de Laurent Denize, Global Co-CIO, ODDO BHF AM. Comentario patrocinado por ODDO BHF AM.

No es ninguna novedad que 2018 ha sido un año complicado para los inversores. Factores como la guerra comercial entre Estados Unidos y China, el continuo descenso de los indicadores económicos adelantados (PMI) y una política monetaria más restrictiva han provocado pérdidas en todos los principales mercados bursátiles y una ampliación de los diferenciales de los bonos corporativos, especialmente en el último trimestre. Ante esta situación, la cuestión que cabe plantear es ¿hemos pasado ya lo peor?

En este sentido, si bien el crecimiento económico se ha ralentizado, no vemos indicios claros de que se avecine una recesión. Es cierto que los índices PMI han descendido, pero continúan por encima del umbral de 50, lo cual es un indicador de que la economía todavía se encuentra en fase de expansión. En Estados Unidos la economía sigue siendo sólida, aunque ya no cuente con el impulso de la reforma fiscal de Trump. Además, los datos de empleo han mejorado tanto en Estados Unidos como en la zona euro y los precios actuales de las materias primas se mantienen estables, a excepción del petróleo que ha experimentado una mayor volatilidad en los últimos meses. En Europa, tras la fuerte caída de los últimos meses, el crecimiento debería estabilizarse en niveles ligeramente por encima de su potencial.

En cuanto a la política monetaria, tras cuatro subidas de tipos, la Fed parece tomarse un respiro y los mercados prevén una única subida a lo largo de 2019. De esta manera, la normalización de la política monetaria debería realizarse a un ritmo gradual y en función de los datos económicos, especialmente la inflación. En el caso del BCE, que acaba de poner fin a su programa de expansión cuantitativa, previsiblemente mantendrá su política monetaria flexible en 2019 y no se esperan subidas de tipos antes de 2020.

En China, a pesar de la preocupación por la desaceleración del crecimiento, el Gobierno sigue teniendo margen de maniobra para estimular su economía, especialmente en lo referente a la política fiscal.

A pesar de todo, los riesgos que han estado presentes a lo largo de 2018 no se han desvanecido y factores como las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, y la incertidumbre provocada por el Brexit o Francia podrían provocar inestabilidad. No obstante, en 2019 todavía podremos encontrar oportunidades atractivas en varios segmentos de los mercados.

Desde el punto de vista de la renta variable, mientras que la economía estadounidense muestra signos de desaceleración, el crecimiento de la zona euro es probable que se mantenga estable y tras la fuerte corrección del último trimestre de 2018 vemos oportunidades en renta variable europea que pueden presentar valoraciones atractivas en sectores como los de fabricantes de equipos de vehículos y piezas de repuesto, tecnologías, y salud. Por su parte, los mercados emergentes se han visto perjudicados por la subida de los tipos de interés y por la fortaleza del dólar, no obstante, una posible caída de la divisa deja margen para la recuperación a lo largo de 2019.

Para aquellos inversores más prudentes, los bonos convertibles europeos pueden suponer un vehículo de inversión interesante para participar de algún modo en la subida del mercado de renta variable, al poder beneficiarse del suelo de la renta fija en caso de caída. Otro activo que puede presentar valoraciones atractivas son los bonos high yield de duración corta, pero hay que ser selectivos.

Por último, el capital riesgo también puede ofrecer un potencial de rentabilidad atractivo en el mercado secundario, ya que permite quedar al margen de la volatilidad de los mercados de renta variable.