Da igual cuándo invertir

Da igual cuándo invertir

Miguel de Juan Fernández- A bordo del ARGOS 25 Julio 2014

(Para Antonio, que vuelve al redil como él deseaba,…bienvenido al Argos)

Hace unos pocos días, poco antes de saludar a Santiago Abascal, el político de VOX que me impresionó como ningún otro de los españoles actuales, hablaba yo con este amigo y nuevo argonauta sobre las cosas que tiene el mundo de las inversiones y cómo nos lían con la más sencilla de las ideas. Que, desde luego, termina convirtiéndose en más compleja de lo que parecía.

Todos conoceréis los múltiples folletos o presentaciones donde se nos dice que el apartado más importante a la hora de señalar o de diseñar una estrategia de inversión para un cliente- atención EAFIs- es, entre otras cosas el asset allocation o en español que no hay que dejar que se nos olvide nuestra propia lengua, la “distribución de activos”; y para ello nos muestran cómo según datos de no me acuerdo ahora qué estudio, dicha distribución (bolsa, bonos, liquidez,….y el resto) explica el 97% de la rentabilidad de una cartera (LO QUE NO ES CIERTO,…LO REPITO, ESTO NO ES ASÍ,…si queréis en otro artículo os comento el porqué) y de ello deducen que por tanto lo importante no es el momento o market timing ni el stock picking (la selección de activos).  Vamos, más o menos que da igual CUANDO inviertas.

Por si fuera poco, recuerdo de una casa de gestión de activos que en su día comentaba que el momento de invertir era “siempre” o para mejor entendernos, era indiferente. Veamos con unos cálculos a qué se refería y veremos si tenía razón. Recordad que no recuerdo sus datos exactos, por lo que he hecho otros diferentes aunque la diferencia no es muy significativa. Básicamente lo que nos decían era que si a lo largo de los últimos treinta años hubiéramos podido invertir en el mejor momento de cada año, esto es en el momento en que más bajo hubiera estado el mercado o el índice de referencia; si lo hubiéramos hecho en el peor momento de cada año, esto es en el momento del año en que dicho índice hubiera estado más alto en esos doce meses; o, finalmente si hubiéramos invertido cada 1 de Enero, independientemente de la situación del mercado las rentabilidades anuales medias conseguidas al cabo de esos treinta años habría sido (y aquí, como no tengo los datos reales, asumo los siguientes promedios) un 11%, un 9% y un 10%. Para la conclusión a la que llegaremos, da igual si utilizamos las rentabilidades reales pasadas como si utilizamos, como es el caso, una asunción de esos tres escenarios a futuro.

En definitiva, una nimia diferencia entre lo conseguido por el “mercado” del 1% arriba o abajo y un diferencial de dos puntos entre el mejor “inversor” y el peor,…su conclusión en líneas generales era que para esto no hacían falta tantas alforjas,…que mejor dejar de liarnos con el stock picking y nos centráramos en estar invertidos,…naturalmente mucho mejor es sus fondos que no en otros, no en vano era una información comercial.

Bien, puede que muchos de vosotros hayáis visto ese informe y os haya quedado esa misma sensación,…casualmente para concluir que un 1-2% de diferencia era algo de lo que no había que preocuparse, resulta que la lógica recomendación sería “pues por tanto invierte en fondos indexados de bajo coste”, la recomendación suya (y de cualquier otro, también) era “por tanto, invierte en los míos de gestión activa y más caros”. No os preocupéis: no es ilegal ni nada, lo que pasa es que tampoco es exactamente toda la verdad del caso.

Supongamos ahora que decidimos comprobar si realmente no es tan importante ese 1-2% e invertimos 1.000 euros en cada una de las situaciones con periodicidad anual. En una siempre invertiremos nuestros 1.000 euros en el momento más bajo del mercado de ese año y gracias a ello obtendremos una rentabilidad del 11% anualizada durante los próximos 30 años (ojito, que no estoy diciendo para nada que piense que en los próximos reales 30 años vaya a pasar algo parecido, ni lo sé ni es la cuestión). En otra siempre invertiremos en el momento más caro para comprar en esos doce meses y lograremos un 9% de rentabilidad anualizada en los próximos 30 años y, finalmente, en la siguiente invertiremos nuestros 1.000 euros anuales en cada uno de los primero de Enero de los próximos 30 años, logrando una rentabilidad anualizada del 10%. ¿Y ahora qué? Ahora veamos cuánto dinero tenemos.

En la estrategia de invertir siempre en el mejor momento del año, al final de los 30 años tendremos un total acumulado (sin impuestos que para entonces Montoro es posible que ya esté jubilado y más calmado) de 243.242,44 euros. En la estrategia de invertir siempre en el peor momento del año, tendremos un acumulado de 162.034,90 euros. Y en la estrategia de invertir el 1 de Enero tendremos un acumulado de 1989.285,95 euros. ¡Caramba! Parece que ese 1-2% sí que tiene importancia después de todo. Como estamos en Verano no os haré sufrir realizando cálculos y os los daré hechos; la diferencia entre unos y otros es, aproximadamente de un 22%  y de un 50% entre el mejor y el peor en patrimonio.

Esto por sí sólo demuestra, nuevamente, la insistencia de los inversores value en seguir la importancia de lo que estamos pagando- como os he comentado anteriormente en su día me “inventé” un palabro que era el value timing y que se refiere no a seguir el momento del mercado sino a seguir el momento que nos indica el margen de seguridad que encontremos en el mercado-,…no es el momento lo que importa, sino el precio que estamos pagando. En el mejor momento estamos comprando relativamente en los precios más baratos del año,…normal que nuestra rentabilidad sea superior que si compramos en los precios relativamente más caros; si es que comprar caro rara vez sale bien, se lo tengo dicho una y cien veces, señorita Escarlata. Pues eso, avisados estamos,…que no os líen que hace mucho calor.

Un abrazo a todos y hasta el próximo artículo.

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