Cuatro de cada cinco gestores creen que habrá recesión el próximo año

Los gestores no parecen confiar en exceso en las medidas aprobadas por los gobiernos para salvar la economía y, según la encuesta mensual de Merrill Lynch, cuatro de cada cinco creen que el mundo seguirá en recesión durante el próximo año. El 40% de los encuestados cree que la política monetaria es todavía muy restrictiva y los gestores sobreponderan en sus carteras la liquidez.

En cuanto a la renta variable, los gestores están volviendo a la bolsa estadounidense, ya que las previsiones de beneficios de las compañías son las "más favorables" y el 36% de los gestores están sobreponderados en acciones de EEUU, la cifra más alta en la última década. Por el contrario, la renta variable de Europa y Asia no convence por ahora a los gestores.

La encuesta muestra las dudas que existen respecto a China. El 85% de los gestores que invierten en Asia o en países emergentes, prevén que la economía china se debilitará en los próximos 12 meses. Pese a estas previsiones, los gestores prefieren este país entre todos los de la región y el 67% de los gestores sobreponderan la bolsa de este país en sus carteras, mientras que en la última encuesta su recomendación era la de infraponderar.

En cuanto a Europa, las bajadas de tipos llevadas a cabo por el BCE y el Banco de Inglaterra no han sido suficientes para cambiar la sensación de pesimismo sobre la economía de la zona o la mejora de la renta variable. La zona euro es la última region que los gestores decidirían sobreponderar en sus carteras.

Desde la última encuesta de Merrill Lynch, el pesimismo ha ido aumentando. Si hace tres meses el 23% de los gestores preveían que la economía europea permanecería en recession durante los próximos 12 meses, ahora el 89% opina que la recesión acompañará a la zona el próximo año.

Como resultado, los gestores de fondos se vuelcan a activos defensivos como acciones de empresas de servicios públicos, títulos gubernamentales y efectivo. Los inversores se refugiaron en acciones defensivas como farmacéuticas, productos de consumo masivo, telecomunicaciones y servicios públicos