La inclusión de criterios de sostenibilidad, medio ambiente y buen gobierno al proceso de inversión no hace a un fondo a prueba de todo. Los fondos ESG también sufren casos en los que una compañía en cartera atraviesa problemas que ponen en duda su cumplimiento de los requisitos ISR de la estrategia. La clave es cómo reacciona el equipo gestor ante ellos. Desde Nordea AM nos muestran a través de un caso real las claves del proceso.
“La exclusión de una compañía es la última opción”, cuenta Carlo Fassinotti, especialista de ESG de la firma en una reciente visita a Madrid. “Siempre preferimos mantener un dialogo para analizar la situación”.
El equipo de la gama STARS de Nordea tuvo que poner en práctica recientemente esta filosofía. Los fondos de renta variable de estas estrategias ISR tenían en cartera a Facebook cuando saltó la noticia de Cambridge Analytica. En marzo de 2018 Facebook estaba bajo presión para explicar cómo se recolectaron los datos de más de 50 millones de usuarios y utilizados para fines políticos. El primer paso que dieron fue congelar temporalmente las inversiones en la empresa en sus fondos STARS. No siempre es un extremo al que se llega cuando surgen dudas, pero en este caso el consejo de inversión determinó que habían preguntas suficientes para justificarlo.
En abril la gestora envió a la compañía una serie de preguntas pidiendo aclarar los detalles del escándalo. En mayo contestaron desde Facebook, pero las respuestas fueron “inadecuadas” en opinión de Nordea. A finales de mes no vieron en la compañía señales de reajuste de mecanismos de gobernanza corporativa, como señalar las responsabilidades del senior management. Por ello, ese mismo mes, tras la falta de respuestas satisfactorias, el equipo de inversiones responsables de Nordea redujo el rating asignado a Facebook. Eso hizo que la red social pasase a ser “no-invertible” por los fondos STARS.
A finales de julio, Nordea vendió sus posiciones en Facebook de todo los fondos STARS. Como se aprecia en el gráfico, fue un proceso prolongado de diálogo con la empresa. En ese tiempo la cotización siguió subiendo, pero Nordea se mantuvo fiel a su criterio y vendió. “Tomamos una decisión importante antes de la caída y el tiempo ha demostrado que fue la correcta”, apunta Fassinotti. “No fue una decisión express ni fácil de tomar”, se sincera. Y tampoco implica que los fondos no puedan volver a entrar en Facebook ya que como defiende el experto, el diálogo es constante.
Nordea se sirve de la herramienta desarrollada por la start up Ethic, que alerta sobre problemas, para monitorizar eventos como el de Facebook.
