Cross Asset Investment Strategy Junio 2011

Mientras que el mercado parece favorecer un escenario de reestructuración de la deuda griega, las autoridades hacen hincapié en evitarlo. Su credibilidad y la de los mecanismos establecidos para evitar la reestructuración están en juego, como lo está incluso la de la eurozona y, más aún, la preocupación por el riesgo de contagio a otros países (secciones 1 y 2).

Los sistemas bancarios siguen siendo una preocupación clave para gobiernos y bancos centrales, al estar estrechamente vinculados con la situación de sus estados correspondientes. El impacto de una reestructuración que incluya descuentos sería manejable si se trata de países periféricos como Grecia, Irlanda o incluso Portugal, pero se convertiría en un riesgo sistémico si afectara también a países como España o Italia (sección 3). En la sección 4 se analiza el mercado de crédito corporativo a la luz del riesgo soberano. El fuerte nivel de crecimiento en algunos países importantes (China en primer lugar) sugiere que habrá que acostumbrarse a unos niveles más altos de inflación. Un renovado optimismo ante la disminución de los precios de los alimentos se está extendiendo en los mercados, dada la importancia de este componente en los índices de precios de las economías emergentes (Sección 5). Pero esto no esto no supone un verdadero descenso de la inflación, que tiene muchas otras fuentes que los bancos centrales aún necesitan controlar.La sección 6 considera los factores que están empujando el precio de las materias primas al alza: la recuperación del crecimiento mundial y la fuerte demanda desde los países emergentes, especialmente China. Pero eso no es todo. Los mercados financieros son considerados cada vez más como responsables de la subida de los precios. ¿Podría decirse las materias primas se han convertido hoy en otro activo financiero? ¿Sería útil especificar el impacto real de la inversión financiera en los precios de las commodities? ¿Estamos asistiendo a una “financiarización”? La disminución del crecimiento, el final del “quantitative easing” y los temores inflacionistas claramente han afectado negativamente a los mercados de renta variable, perdiendo todos terreno en mayo. Otro debate ha surgido sobre los márgenes, que han regresado a niveles máximos especialmente en Estados Unidos (sección 7). La experiencia demuestra que una fuerte caída de las bolsas no es consecuencia automática de unos márgenes altos. Por lo tanto, el final del ciclo no ha terminado todavía.En el caso de Japón, la revisión a la baja de su crecimiento para el año 2011 ha demostrado una vez más la fragilidad de la economía y la naturaleza estructural de la catástrofe que golpeó a la isla. Ello no afecta a las perspectivas prometedoras para su economía, aunque llegarán después de lo esperado (sección 8).

En el mercado de divisas, siguiendo el rastro del franco suizo, las monedas nórdicas se están comportando bien. Las coronas noruega y sueca han recuperado sus niveles pre-crisis y su apreciación debe continuar gracias a unas condiciones económicas más favorables que en la eurozona y a una política monetaria más agresiva (sección 9).