Crédito global de alta calidad y convicción, con Vontobel

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TRIBUNA de Paula Mercado, directora de análisis de VDOS.

Las decididas acciones de los bancos centrales para sustentar la economía desde el inicio de la crisis del coronavirus han restado interés a la renta de emisores soberanos como generadores de alfa, ya escasa con anterioridad al inicio de la crisis. El inversor en renta fija en busca de rentabilidades tiene que aventurarse en territorio de mayor riesgo.

Una alternativa para generar ingresos a largo plazo es el crédito global, de emisores de alta calidad, capaz de ofrecer un enfoque diversificado y de alta convicción. Esta es la propuesta de Vontobel Management con su fondo Vontobel Fund Global Corporate Bond Mid Yield, uno de los mejores fondos de su categoría VDOS Deuda Privada Global por rentabilidad, que en su clase G de capitalización en dólares se revaloriza un 3,46% en el año.

El fondo se propone generar ingresos estables y lograr rendimientos superiores a la media, a lo largo de un ciclo económico completo, respetando la diversificación de riesgos. Invierte a nivel global principalmente en bonos corporativos de emisores de calidad, con calificación de investment grade, denominados en diferentes divisas y con diversos vencimientos. Se centra en la diversificación mundial y en la selección individual de títulos, para garantizar que el diferencial de crédito compense los riesgos asumidos. Dentro del grado de inversión, el fondo hace hincapié en el segmento de rendimiento medio (calificaciones desde A+ a BBB). Principalmente con fines de cobertura, el fondo utiliza instrumentos financieros derivados,

El estilo de inversión del fondo se centra en tres principios: enfoque global, cartera de alta convicción y generación de alfa a partir de la selección de crédito.

El enfoque global evita los sesgos por regiones, que puede reducir significativamente el impacto de eventos locales en la cartera (véase Brexit o crisis soberana europea). Adicionalmente, y dado que las distintas regiones se encuentran en distintas etapas del ciclo crediticio y tienen un rendimiento diferente en un momento dado, una cartera global ofrece una mejor diversificación en el tiempo que un enfoque único de país o región.

La cartera, concentrada, de alta convicción, se enfoca en la selección de crédito como fuente clave para generar rendimiento (alfa), siendo esta selección de crédito históricamente el principal motor del rendimiento de la estrategia. Buscan optimizar el valor del fondo mediante la selección adecuada de sector, emisor y estructura, aproximando la duración del fondo a la del índice de referencia (ICE BofAML Global Corporate Index (G0BC) hedged into  USD ) y cubriendo la exposición al riesgo de cambio de divisa de referencia del fondo. Para los inversores con base en Europa hay disponible una clase de acciones en euros.

El equipo gestor busca generar alfa encontrando desequilibrios en los precios entre bonos del mismo emisor, ya que muchas compañías globales emiten títulos en diferentes divisas. Debido a las distorsiones del mercado, bonos del mismo emisor, madurez y vencimiento pueden tener rendimientos diferentes, incluso después de considerar los costes de cobertura. El objetivo del equipo gestor es elegir el bono más valioso de este emisor específico en todas las divisas disponibles.

Dentro del segmento de grado de inversión, se fijan especialmente en los bonos con calificación A y BBB (Mid Yield), siendo los bonos con calificación BBB los que constituyen actualmente más del 60% de la cartera. Si bien es un fondo de grado de inversión, también tiene la flexibilidad de añadir bonos con calificación BB de manera muy selectiva, para aprovechar la identificación de los llamados rising stars y explotar las ineficiencias de los precios de los ángeles caídos recientemente.

El gestor ha de mantener un mínimo del 67% de la cartera en el sector A1 / Baa3. Puede invertir hasta un 33% en AAA y AA- pero esta cantidad sería la máxima para este tipo de emisiones. Puede mantener hasta un 20% en el rango BB+ / BB- aunque no tiene obligación de utilizarlo. Nunca podría invertir en emisiones de rango inferior. Este rango de inversión tiene como objetivo principal la búsqueda de rendimiento.

El gestor principal del fondo es Christian Hantel y el gestor adjunto es Mondher Bettaieb-Loriot. La boutique de renta fija de Vontobel Management se beneficia de un enfoque compacto y de colaboración, orientado al trabajo en equipo para gestionar las carteras. La mayoría de los miembros del equipo tienen responsabilidades de gestión y de análisis, contando con una experiencia promedio en la industria de más de 19 años.

Christian Hantel se incorporó a Vontobel Asset Management en octubre de 2015 como Gestor de Cartera Senior. Es responsable de la Estrategia Global de Bonos Corporativos. Antes de incorporarse a Vontobel fue Gestor de Cartera Senior en Swisscanto Asset Management AG, donde gestionó fondos de bonos corporativos y mandatos institucionales multidivisa. También fue analista principal de varios sectores y empresas de grado de inversión y de alto rendimiento (high yield), incluidas empresas de mercados emergentes.

A partir de 2005, Hantel dirigió el equipo de crédito de grado de inversión de BNY Mellon Asset Management, centrado en emisores de grado de inversión y alto rendimiento. También trabajó durante varios años en PricewaterhouseCoopers, en Finanzas Corporativas/Fusiones y Adquisiciones. Hantel obtuvo un Máster en Administración de Empresas por la Universidad de Colonia y un Máster en Gestión Internacional por la CEMS-HEC París. En 2011, obtuvo su diploma de Analista de Inversiones Internacionales Certificado (CIIA).

El proceso de inversión comienza con una revisión top-down, a través de la que se evalúan los datos macroeconómicos y microeconómicos clave, teniendo en cuenta ratios como nuevos suministros y flujos de activos, dentro o fuera de la clase de activos. A continuación, con el uso de sus propias herramientas, identifican alrededor de 200 compañías atractivas para un universo de referencia de más de 2.000. Una vez que han determinado los posibles emisores en los que invertir, realizan un exhaustivo análisis bottom-up de cada posible título, lo que da como resultado una valoración de la compañía. Esta información, combinada con su valoración general del mercado, los lleva a una decisión de comprar, mantener o vender.

El siguiente paso es la construcción de la cartera en base a región, sector, emisor, duración, y otras consideraciones. Un sólido sistema de gestión de riesgos, con control y supervisión independientes de los principales propietarios del riesgo, proporciona una sólida cobertura para todo el proceso de inversión.

Entre las mayores posiciones en la cartera del fondo encontramos emisiones de Bank of America (2,70%) Citigroup (2,30%) Unicredit (2,20%) Mid Atlantic Interstate (2,10%) y AT&T (2%). Por sector, las mayores ponderaciones están representadas por Banca (23,93%) Utilities (11,75%) Telecomunicaciones (8,42%) Energía (7,11%) y Seguros (6,93%).

Con un patrimonio bajo gestión de 462 millones de dólares (aproximadamente 407 millones de euros) el fondo se posiciona entre los más rentables de su categoría, en el primer quintil, durante 2016, 2018, 2019 y 2020. A tres años, registra un controlado dato de volatilidad de 9,46%y de 15,14% en el último año. La clase G de capitalización en dólares requiere una aportación mínima de 50 millones de dólares (aproximadamente 44 millones de euros) aplicando a sus participes una comisión fija de hasta 0,55% y de depósito de 0,08745% (mensual). Dispone de otras clases con cobertura en euros, como la clase HC de capitalización, con una comisión fija de 1,60% y de depósito de 0,09%.

Las perspectivas del equipo gestor para la segunda mitad del año son positivas. Aunque esperan un cierto deterioro de los indicadores macroeconómicos y microeconómicos, creen que los factores técnicos y de valoración siguen siendo favorables.

Siguen siendo cautelosos en su visión macroeconómica debido a la posible implicación económica de la COVID-19. Parece inevitable una fuerte contracción de las actividades económicas debido a los cierres temporales de las economías, pero creen que debería ser relativamente efímera y no les sorprendería que en 2021 se produjera un sólido crecimiento de alrededor de un 5 por ciento para la mayoría de las economías. La combinación del mecanismo de apoyo de los bancos centrales mundiales y los importantes esfuerzos de política fiscal en todo el mundo deberían respaldar los mercados desarrollados.

En cuanto a las empresas mundiales, siguen esperando que actúen con prudencia y se centren en la gestión de la liquidez. Durante el periodo estival esperan que la desaceleración en las nuevas emisiones impulse un mayor ajuste de los diferenciales en el mercado secundario. La temporada de beneficios del segundo trimestre también aportará más claridad sobre la gravedad del impacto de la COVID-19 en la métrica del crédito.

No obstante, el contexto técnico ampliamente favorable establece una base sólida para las empresas mundiales y sigue fomentando la entrada de inversiones sólidas. Para la segunda mitad de este año, esperan que el número de nuevas emisiones se reduzca, ya que muchas empresas emitieron cantidades importantes en la primera mitad de este año para crear reservas de liquidez. En EE. UU. por ejemplo, desde enero hasta finales de mayo el volumen de emisiones ha alcanzado ya el mismo nivel de todo el año 2019. Al mismo tiempo, el lado de la demanda se fortaleció en comparación con el año anterior con los programas de compra masiva de activos por parte de los bancos centrales.

A pesar de algunos ajustes significativos que se han producido en los últimos dos meses, creen que las valoraciones de los bonos corporativos globales siguen siendo atractivas, con los diferenciales todavía elevados, y siguen siendo activos en la detección de las dislocaciones del mercado en los distintos sectores y en el crédito con un sólido potencial de rendimiento.

Creen que actualmente existe un buen punto de entrada para los inversores. Con una economía golpeada por la crisis, los bancos centrales no tienen otra opción que mantener los tipos bajos incluso durante más tiempo. Además, incluso la Reserva Federal de Estados Unidos activó un programa de compra de bonos corporativos que incluye crédito de rating BB. En consecuencia, puede decirse que los bonos corporativos de grado de inversión de los mercados desarrollados podrían considerarse como el ‘activo de riesgo más seguro’.

La evolución del fondo por rentabilidad respecto al riesgo asumido, medido por su volatilidad, en los últimos tres años, hace a la clase G de acumulación en dólares de Vontobel Fund Global Corporate Bond Mid Yield merecedor de la calificación cinco estrellas de VDOS.