Convicción a largo plazo en un mundo de corto plazo

Marc Fox y Kristian Heugh (Morgan Stanley IM)
Fotos cedidas

TRIBUNA de Kristian Heugh, gestor principal de la estrategia Morgan Stanley Global Opportunity (a la derecha) y Marc Fox, especialista de producto de la estrategia. Comentario patrocinado por Morgan Stanley IM.

Aplicamos un estudio académico a la renta variable global para demostrar que las carteras que se gestionan con un active share elevado han registrado una rentabilidad relativa superior. Analizamos la importancia de pensar como inversores de largo plazo para centrarnos en ideas de alta convicción, basadas en los fundamentales, para las carteras de los clientes.

¿Cómo se mide la convicción?

La convicción de un gestor en los argumentos que justifican la inclusión de cada compañía en la cartera es clave para obtener una rentabilidad relativa superior a largo plazo, porque la convicción permite concentrar el capital en las mejores ideas. Una herramienta útil para medir la convicción es el denominado active share, que se desarrolló en el ámbito académico para cuantificar la diferenciación frente al índice de referencia a través de la selección de valores.

¿Qué es el active share?

El active share se desarrolló en 2006 como una herramienta sencilla para medir la selección de valores, calculada como el tamaño de las posiciones que difieren del índice de referencia expresado como porcentaje de la cartera total1. El active share complementa al tracking error, un indicador de riesgo sistemático que determina la volatilidad de una cartera que no es explicada por los movimientos de su índice de referencia.

Un análisis de los datos de las carteras de inversión de 1980 a 2003 (más tarde ampliado hasta 2009) concluyó que los gestores se han vuelto menos activos con el tiempo. El active share medio disminuyó y la proporción de carteras con un porcentaje elevado de dinero gestionado activamente —superior al 80%— se redujo a la mitad desde 1980, en parte debido al aumento de la inversión pasiva indexada.

Por el contrario, se llegó a la conclusión de que el active share dentro de las carteras individuales era persistente en el tiempo: "Los fondos con mayor active share superan a sus índices de referencia, mientras que los fondos con menor porcentaje de active share tienen una rentabilidad relativa inferior”.

Las carteras de renta variable global con elevado active share han registrado una rentabilidad relativa superior

Reconstruimos el estudio académico para aplicarlo a las carteras de renta variable global. Al igual que el estudio, detectamos que las carteras de renta variable global con elevado active share han registrado una rentabilidad relativa superior5.

A 30 de septiembre de 2016, las carteras de renta variable global con un active share elevado (más del 90%) generaron una rentabilidad relativa superior anualizada del 1,16%, 1,18% y 1,25% (rentabilidad neta de comisiones)  a tres años, cinco años y desde el lanzamiento.

De forma intuitiva, los resultados de nuestro análisis tienen sentido: los gestores activos deben invertir de manera diferente al índice de referencia para obtener un resultado relativo superior. El desafío consiste en separar las fuentes de rentabilidades superiores.

Oportunidad global

Para obtener resultados superiores a lo largo de los distintos ciclos de mercado, creemos que los inversores deben poseer una convicción a largo plazo, independientemente del enfoque cortoplacista de los actores del mercado. Dicha convicción solo puede construirse a partir de unos principios básicos:

1. Curiosidad intelectual y flexibilidad, que permiten tener una visión global para perseguir nuevas ideas diferentes.

2. Que libera a los inversores de la sobrespecialización y de la estrechez de miras para tomar decisiones de inversión objetivas.

3. Autoconocimiento y reflexión, son herramientas fundamentales para aprender de los errores y evolucionar a lo largo del tiempo.

4. Que genera confianza, responsabilidad y fuerte sentido de propiedad.

Estos intangibles, aunque difíciles de cuantificar, definen la cultura de un equipo de inversión, algo mucho más difícil de replicar que los resultados en materia de rentabilidad. Invertimos gran cantidad de tiempo y recursos en nuestro equipo de inversión para construir una cultura asociativa y alinear los incentivos a los intereses de los clientes, vinculando la remuneración con la rentabilidad a tres años.

Pensar como inversores a largo plazo

Invertir a largo plazo nos permite concentrar el capital en nuestras ideas de mayor convicción durante períodos típicos de inversión de tres a cinco años.

Creemos que, si aplicamos criterios de valoración rigurosos a las inversiones en compañías de alta calidad —estrictamente definidas como aquellas con ventajas competitivas sostenibles y crecimiento a largo plazo que crea valor—, podemos aprovechar mejor las oportunidades y gestionar el riesgo para los clientes. Consideramos nuestro enfoque basado en la convicción como una fuente de rentabilidades superiores a largo plazo.

Nuestra selección de valores se centra en la búsqueda de compañías de alta calidad; para ello, desarrollamos perspectivas sobre ventajas competitivas y singularidades que pueden hacer que tengan éxito en el futuro y tenemos  la perspectiva necesaria para mantener estos valores en momentos de perturbaciones a corto plazo, siempre que estas  no afecten a los argumentos de fondo. Normalmente esperamos que el 75% o más del valor añadido, a lo largo del tiempo, provenga de la selección de valores.

Continuamos explorando nuevas ideas para desarrollar aún más nuestras carteras de acuerdo con nuestros estrictos criterios de calidad y creación de valor a largo plazo.

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MS INVF Global Opportunity Fund

Kristian Heugh, responsable del Morgan Stanley Investment Funds (MS INVF) Global Opportunity Fund, busca la revalorización del capital a largo plazo invirtiendo en compañías de alta calidad que el equipo de inversión considera infravaloradas en el momento de compra. Nuestro proceso de inversión integra un análisis de sostenibilidad en relación con los cambios disruptivos, la fortaleza financiera, los factores externos de índole ambiental y social y el gobierno corporativo (aspectos recogidos bajo las siglas inglesas ESG), además del análisis fundamental de las ventajas competitivas que potencialmente pueden monetizarse a través del crecimiento.

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1 Cremers, Martijn y Petajisto, Antti. “How Active is Your Fund Manager? A New Measure That Predicts Performance”, documento de trabajo de Yale ICF n.º 06-14 (2006). Disponible en SSRN: http://ssrn.com/abstract=891719. La rentabilidad pasada no es garantía de resultados futuros. Una cartera con un active share elevado no garantiza una rentabilidad superior.

2 El tracking error es la desviación típica de la diferencia entre las rentabilidades de la cartera y del índice de referencia.

3 Ibid, 18.

4 Ibid, 28.

5 Morgan Stanley Investment Management, Morningstar. Datos a 30 de septiembre de 2016. La rentabilidad pasada no es garantía de resultados futuros. Una cartera con un active share elevado no garantiza una rentabilidad relativa superior de la cartera. Basado en el análisis de 144 fondos de renta variable de todo el mundo entre 942 fondos incluidos en la categoría Morningstar World Stock, con un historial de rentabilidad de tres años y unos activos gestionado en la estrategia de más de 50 millones de USD, excluidas clases de acciones duplicadas y fondos centrados en valores de pequeña capitalización, sociedades de private equity cotizadas y asignación de activos global. El active share se calcula con respecto al índice de referencia indicado en el folleto informativo a 30 de septiembre de 2013.

6 Morgan Stanley Investment Management. The Growth Team (2016).

ÚNICAMENTE PARA CLIENTES PROFESIONALES. Las opiniones expresadas están sujetas a cambios en cualquier momento debido a cambios en el mercado o de las condiciones económicas. No reflejan las perspectivas ni opiniones de la totalidad de gestores de Morgan Stanley Investment Management o de la firma. Rentabilidades pasadas no garantizan resultados futuros. No hay garantías de que la estrategia de inversión funcione en todas las condiciones de mercado y todas las inversiones conllevan riesgo, incluyendo la posible pérdida del principal. Esta comunicación fue emitida y aprobada en Reino Unido por Morgan Stanley Investment Management Limited, 25 Cabot Square, Canary Wharf, London E14 4QA. Autorizada y regulada por la FCA (Financial Conduct Authority).