Consejos de Fidelity a la hora de aproximarse a un mercado de renta fija cada vez más complejo

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Joel Filipe (Unsplash)

La crisis financiera de 2008 y la crisis de deuda de la eurozona han alterado el panorama de inversión. Los inversores en bonos se han visto obligados a replantarse sus concepciones tradicionales sobre el riesgo. La combinación actual de estados endeudados, malas perspectivas de crecimiento económico y bajos tipos de interés se ha convertido en un trasfondo familiar a la hora de invertir en los mercados de capitales. Según explica Fidelity Worldwide Investment, este nuevo panorama demanda un enfoque activo de los riesgos de los bonos por parte de los inversores, que deben hacerse preguntas importantes sobre la forma en que gestionan sus carteras de bonos.

En un informe publicado por la gestora bajo el título ‘Por qué es necesaria la gestión activa a la hora de invertir en renta fija’, la entidad indica que el riesgo-país está alentando un distanciamiento de los índices de referencia tradicionales basados en la capitalización hacia alternativas más flexibles gestionadas estratégicamente. “También estamos presenciando una reevaluación del riesgo crediticio de las empresas con respecto a los países y, en este sentido, cada vez más inversores acogen favorablemente la idea de que los bonos corporativos pueden evolucionar mejor que los gobiernos. En esta línea, los bonos de alto rendimiento y de los mercados emergentes merecen más atención”, afirma.

“El mercado de deuda pública sigue discriminando entre los emisores problemáticos y los seguros. Hemos sido testigos de una acusada disminución en el conjunto de deuda pública con calificación AAA y eso ha resquebrajado el concepto de activos ‘libres de riesgo’. Estos cambios obligan a los inversores a abordar de otra manera la inversión en renta fija: deberían revisar los riesgos y las rentabilidades que esperan y cuestionar los índices de referencia y las carteras en las que han invertido”, aseguran. En su opinión, los que invierten en bonos están alejándose de los índices generales y buscan gestoras con los recursos de análisis necesarios para entender los cambios en los riesgos y con productos capaces de ofrecer rentabilidades constantes en un entorno volátil.

“Invertir en bonos con un enfoque activo es ahora más importante. Los inversores en bonos se están viendo obligados a ajustarse a un entorno de riesgos y rentabilidades muy diferente a la vista de la crisis financiera y de deuda pública. La deuda y la reducción del apalancamiento seguirán siendo factores muy poderosos durante la próxima década a medida que los gobiernos endeudados, liderados por Estados Unidos, realizan esfuerzos por reactivar sus economías. Durante los próximos diez años las rentabilidades reales de la inversión en deuda pública probablemente se sitúen por debajo de la media”.

“Estos cambios obligan a los inversores a replantearse la inversión en renta fija. Los inversores deberían revisar los riesgos y las rentabilidades que esperan y cuestionar los índices de referencia y las carteras en las que han invertido. Los enfoques tradicionales de la inversión en bonos basados en reglas se han visto socavados. La práctica habitual de medir la evolución de las carteras con respecto a índices ponderados por capitalización ha resultado tener defectos. Entretanto, la percepción de que las agencias de calificación de riesgos daban a las inversiones un marchamo de seguridad se ha debilitado. Los recortes de las calificaciones crediticias, generalmente mucho después de que los precios de los bonos se hayan deteriorado considerablemente, se han convertido en una característica recurrente de los mercados de capitales en los últimos años”.

A la hora de configurar carteras de bonos, Fidelity considera que la capacidad para discriminar los riesgos, un enfoque fundamental y activo de la selección de títulos y poner el acento en la diversificación y la flexibilidad son un conjunto de herramientas que ayudan a evitar grandes perturbaciones. “Por fortuna, la profundidad y diversidad del mercado de renta fija puede recompensar estos enfoques a la vista de las grandes oportunidades que brindan los bonos corporativos, de alto rendimiento y emergentes a los gestores que seleccionan títulos mediante el análisis ascendente. Las carteras formadas por los mejores emisores o los fondos flexibles y estratégicos pueden ser soluciones atractivas para los inversores que buscan flujos de rentas, pero no desean incrementar el riesgo de forma considerable”.