Como recoge Weinberg partiendo de la transcripción de las declaraciones del presidente y consejero delegado de Invesco en la conferencia de resultados correspondiente al cuarto trimestre, disponible en Seeking Alpha: “Tan pronto como el mundo entero dice que se apunta a la gestión pasiva, probablemente estemos ante el punto de inflexión en el que empecemos a ver a los inversionistas volver a la gestión activa”.
Invesco finalizó 2011 con 625.000 millones de dólares en activos manejados, de los que solo 96.000 millones están estrategias de gestión pasiva, incluyendo ETF. La adquisición de PowerShares en 2006 hizo de Invesco uno de los primeros administradores de activos internacionales en tener una cobertura natural al ganar exposición al crecimiento exponencial de la industria de ETF. Powershares es el promotor de una de las joyas de la industria, el ETF QQQ que sigue el índice Nasdaq 100 y cuenta con 30.500 millones en activos manejados.
En 2011 Invesco añadió 17.500 millones en flujos netos a su franquicia de gestión pasiva. El fondo PowerShares S&P 500 Low Volatility Fund (SPLV), lanzado el año pasado, aportó 815 millones de dólares convirtiéndose en el lanzamiento más exitoso del año. Por el contrario, la franquicia activa de Invesco aportó flujos netos más modestos, de 1.700 millones de dólares.
Sin embargo, puede que el éxito de los ETF verdaderamente esté agotándose. Durante los tres últimos años las entradas de dinero nuevo a los ETF cotizados en Estados Unidos se han mantenido planas en 117.000 millones de dólares, según datos del Investment Company Institute. Además, los nuevos productos, más complejos y sofisticados, resultan más complicados de vender y necesitan una mayor inversión en marketing para obtener activos.
A pesar de esto, como recalca ETFolution, los datos de 2011 todavía están a favor de la gestión pasiva. Según Morningstar los fondos activos registrados en Estados Unidos recaudaron 67.000 millones de dólares el año pasado. Los ETF, casi el doble.